INVESTIGADORES
CAPPARELLI Aylen
capítulos de libros
Título:
Aprendices de shaman o piratas de la naturaleza?: apropiación del conocimiento botánico tradicional y ética etnobotánica.
Autor/es:
POCHETTINO, M.L., LEMA, V. CAPPARELLI, A.
Libro:
Arqueobotánica y teoría arqueológica: discusiones desde Suramérica
Editorial:
Uniandes
Referencias:
Lugar: Bogotá; Año: 2008; p. 253 - 271
Resumen:
Se reflexiona sobre el uso que se hace de los resultados de los estudios etnobotánicos en Argentina y sobre cómo los mismos pueden aportar a la protección del Conocimiento Botánico Tradicional (CBT). Asimismo, se discuten los principios éticos que deben imperar durante la formulación e implementación de proyectos de investigación enmarcados en dicha disciplina. El tipo concepción que se tenga sobre los “recursos naturales” debe ser tenido en cuenta al momento de poner en práctica dichos principios. Por ejemplo , las sociedades modernas conciben a la actividad humana como antagónica al ambiente, en cambio las comunidades locales, caracterizadas por economías de subsistencia y por una relación directa con el entorno natural en el cual habitan, incluyen a las poblaciones humanas dentro de su concepción de la naturaleza, en la cual ningún componente del ecosistema es más importante que otro. El conocimiento botánico tradicional de éstas últimas es el resultado de varias generaciones en que la relación hombre-planta se ha gestado, reproducido y transformado. El CBT es un conocimiento comunitario generado durante cientos de años, pero en constante evolución, implicando procedimientos de innovación progresiva y acumulativa. En este ámbito la etnobotánica ha entrado desde hace un tiempo en un debate con varias aristas distintas, reclamándose un rol activo y comprometido de la misma con relación a la información que genera. Las distintas concepciones de la naturaleza que poseen tanto la sociedad moderna como las comunidades locales, en conjunto con la distribución diferencial de la biodiversidad (entendiendo por tal la variedad y variabilidad entre los organismos vivos y los complejos ecológicos en que ocurren) a lo largo del globo terrestre, provocaron la consecuente aparición de consideraciones políticas cada vez más complejas referidas a la gestión de los “recursos” y del CBT. Por una parte, los países en desarrollo advierten el valor económico de la biodiversidad y demandan compartir los beneficios económicos producidos por el uso de los recursos presentes dentro de sus límites. Por otra parte, los países desarrollados advierten la acelerada pérdida de la biodiversidad -resultante del uso indiscriminado de organismos silvestres- y sus consecuencias a nivel global. De este modo plantean el uso de los “recursos” sobre una base sustentable a menudo en contradicción flagrante con los intereses inmediatos de los países poseedores de esos recursos. A esto se suma el problema del patentamiento, ya que la protección del CBT debe estar presente, lo cual implica la necesidad de establecer un diálogo entre los marcos legales globales (por ejemplo la Organización Internacional del Comercio ) y los locales, diálogo que aún no se ha establecido. Se entiende que la etnobotánica, definida como el estudio de las interrelaciones entre el Hombre y el mundo vegetal, posee un rol fundamental en torno a la protección del cbt, ya que constituye su objeto de estudio y que el enmarque ético debe ser riguroso en sus estudios. Finalmente se considera que el trabajo para el resguardo del CBT debe ser conjunto, elEstado y los investigadores que trabajan en su órbita, pueden colaborar con las poblaciones locales cuando éstas requieran apoyo o protección frente a intereses de terceros o incluso ante conflictos internos. Se considera, asimismo, que es  el Estado quien debe regular el acceso a los recursos por parte de agentes ajenosa las comunidades a fin de evitar la biopiratería. Pero muchas veces ha sido el propio Estado, a través de diversos organismos públicos, el que ha empleado conocimientos locales para obtener beneficios sin consultar a las comunidades de origen. Es por ello que la protección del CBT debe recaer en varias manos. Para lograr esto, los etnobotánicos, paleoetnobotánicos, arqueólogos y antropólogos deben operar como agentes multivocales mediando entre las comunidades locales, el Estado y sus diversos organismos -los cuales muchas veces no actúan bajo una misma lógica-, las entidades privadas y la propia comunidad científica a la que pertenecen. A su vez, ellos mismos son agentes activos que participan, pero siendo su intención gestionar a favor de una comunicación mas fluida entre todos los actores sociales intervinientes y una mutua comprensión entre los mismos, sin arrogarse por ello una posición privilegiada frente a los restantes agentes involucrados.