INGEBI

Microorganismos del suelo bajo la lupa

Investigan el impacto de las prácticas agrícolas sobre la diversidad bacteriana del suelo.


Con 60 millones de hectáreas de extensión, la Pampa húmeda se encuentra ocupada en un 90 por ciento por cultivos de alto rendimiento, principalmente soja, trigo y maíz. Desde la década del ’80 estas prácticas fueron modificando el suelo, y en particular a las comunidades microbianas que viven en él. Un dato no menor si se tiene en cuenta que cumplen un rol particular al garantizar la presencia de nutrientes en la tierra.

En el marco del proyecto interdisciplinario BIOSPAS, cuyo fin es entender la relación entre los microorganismos y el manejo de los suelos bajo siembra directa, Leonardo Erijman, investigador independiente del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (CONICET-INGEBI), junto con su grupo de trabajo, se sirvió de la metagenómica para determinar cuál es la diversidad y dinámica de las comunidades bacterianas.

“La metagenómica es una herramienta que se aplica para investigar una comunidad ambiental, con infinidad de organismos con distintos genomas, que no se pueden separar unos de otros”, explica Erijman.

De esta manera durante un periodo de tres años se estudiaron suelos pertenecientes a diferentes campos destinados a la producción agrícola de las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos sembrados con lo que los productores llaman “buenas prácticas”, esencialmente definidas por la rotación de cultivos (incluidos soja, maíz, trigo y otros), la reposición de nutrientes y por otro lado, suelos manejados con una rotación casi nula de los cultivos. Además se tomaron como referencia muestras de terrenos no cultivados cercanos a cada uno de los sitios nombrados.

“Para hacer este estudio analizamos un total de 108 muestras, que representan diferentes prácticas agrícolas, localidades, tiempos de muestreo y réplicas”, comenta Erijman y agrega que ”el hecho de trabajar a escala regional resultó clave para poder relacionar la diversidad bacteriana con el manejo del suelo”.

Los resultados de este estudio, publicados en la revista Environmental Microbiology, indican que la falta de rotación de cultivos provoca la homogeneización de las comunidades bacterianas del suelo. “Esto está dado por el desplazamiento de especies endémicas, es decir de las que son propias de cada localidad, y su reemplazo por otras comunes a todas las regiones, es decir, aquellas especies que pueden proliferar en un amplio rango de condiciones ambientales”, explica Eva Figuerola, investigadora asistente del CONICET y primera autora del trabajo.

En el estudio se encontró también que la diversidad regional de especies bacterianas en los suelos manejados con buenas prácticas agrícolas fue similar a la de los ambientes naturales no cultivados.

La alta sensibilidad de las comunidades microbianas y su rápida respuesta a los cambios en el terreno hacen que el monitoreo de su variación sea una herramienta muy valiosa para proveer señales tempranas de alteración del ambiente edáfico.

“Este trabajo sugiere que un adecuado manejo agrícola puede ser muy importante para conservar la diversidad de microorganismos que posee el suelo”, concluye Erijman.

 

  • Por: Jimena Naser
  • Sobre investigación:
  • Leonardo Erijman. INGEBI.
  • Eva Figuerola.INGEBI.