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Investigadores de CONICET participaron de un proyecto ganador del programa Naves del IAE Business School

Los investigadores Natalia Marina Cardillo y Carlos Walter Bertoncini participan del proyecto “CRO-VET”, premiado por su aporte a la industria biofarmacéutica animal.


El Programa NAVES, realizado en forma conjunta entre el banco Macro y el IAE Business School – la escuela de negocios de la Universidad Austral -, consiste en un proceso de formación, acompañamiento y networking  durante seis meses para que emprendedores pongan sus ideas de negocios en marcha, y nuevas empresas fortalezcan sus modelos de negocio. Más de 900 proyectos participan anualmente del programa, en sus 11 sedes localizadas por todo el país.

El pasado jueves 4 de octubre en la ceremonia de premiación de la edición 2018, catorce equipos finalistas presentaron sus ideas ante un jurado de 70 referentes del ecosistema emprendedor que dio a conocer los ganadores de las tres categorías: Idea de Negocio, Empresa Naciente y Nuevo Proyecto de Empresa en marcha. En ésta última categoría, el proyecto CRO-VET, presentado por la empresa DominguezLab de Paraná, Entre Ríos, en el que participan la Dra. Natalia Marina Cardillo y el Dr. Carlos Walter Bertoncini, ambos investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), resultó seleccionado.

CRO-VET se trata de una Unidad de Investigación Biofarmacéutica Animal, que busca satisfacer las demandas de servicios clínicos y tecnológicos requeridos por los laboratorios productores de medicamentos veterinarios, tales como certificaciones de inocuidad, seguridad y eficacia de sus productos, con validez internacional. El proyecto de alcance Latinoamericano fue incubado en el Centro de Investigación Biofarmacéutica DominguezLab, donde los investigadores desarrollan sus actividades a través de un convenio de colaboración CONICET-Empresa.

“La prestación de servicios para la industria farmacéutica veterinaria argentina es un área de vacancia importante porque éstos están muy dispersos en unidades académicas que se especializan en áreas muy específicas. Lo que nosotros buscamos es poder integrar todo el servicio para brindar la solución integral en nuestro centro de investigación. Partimos de la elaboración del protocolo experimental, y luego pasamos a la ejecución de ensayos clínicos propiamente dichos para demostrar la seguridad, eficacia e inocuidad de los medicamentos, después pasamos por la bioanalítica y bioestadística, que culminan en la elaboración de un informe final, de acuerdo a los requerimientos de cada país. De esta manera, la empresa demandante puede tener una trazabilidad de toda la instancia de investigación y puede registrar su producto ante los entes regulatorios de cualquier país de Latinoamérica y estar en condiciones de comercializarlo”, explica Natalia Cardillo, quien se relocalizó a la ciudad de Paraná desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, y donde actualmente dirige la Unidad de Experimentación Animal de DominguezLab.

Cabe destacar que la edición de Naves 2018 tuvo más de 1.500 inscriptos de once provincias del país, y más de 900 emprendedores- representantes de Pymes y startups- participaron exponiendo sus ideas.

“Las capacitaciones y mentorías que recibimos durante el entrenamiento fueron muy útiles, nos permitieron avanzar y madurar el proyecto de la mano de profesores expertos en la materia y referentes del ecosistema emprendedor de Argentina. También, el haber sido elegidos entre los ganadores nos da acceso a un crédito blando que va a permitir el financiamiento que necesitamos para seguir fortaleciendo el proyecto, mejorando el servicio y buscar nuevos clientes. Esto  es un gran desafío como investigadores, porque hablar de tomar un crédito en lugar de un aporte no reembolsable implica un cambio en la forma de trabajo a corto y mediano plazo. Es una nueva  concepción en el modo de financiar las investigaciones, muy diferente a lo que es una investigación básica”, comenta Carlos Walter Bertoncini, proveniente del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (CONICET-UNR), y quien en la actualidad dirige el área de Proyectos para la Innovación de DominguezLab.

Del proyecto ganador CRO- VET también participaron la Lic. Ariadna Vanesa Prinsich, el Cdor. Luciano Risso y el director general del centro de investigación, el Dr. Mario César Domínguez. La mencionada empresa de base tecnológica -que presta servicios especializados para el desarrollo farmacéutico humano y veterinario- articula permanentemente actividades de desarrollo científico-tecnológico con el CONICET, incorporando investigadores a su staff. A la fecha también, ha apoyado la realización de dos tesis doctorales de becarios, además de la contratación de doctores a través del programa Más Valor.Doc.

Respecto a su incursión en la misma, los investigadores comentaron: “Sumarnos a DominguezLab significó un crecimiento muy importante como investigadores. Nos vinculamos directamente con otras empresas, con entres reguladores de otros países e instituciones extranjeras y avanzamos en proyectos de innovación que nos enriquecen como profesionales. Además, es muy gratificante ver que los objetivos se materializan rápidamente gracias a la articulación público-privada”. Por último agregaron: “Creemos que los casos de éxitos de vinculación del CONICET con el ámbito productivo merecen ser destacados, y esperamos nuestra experiencia puede ser inspiradora para otros investigadores y becarios”.