ARQUEOLOGÍA

Hallazgo de un cementerio prehispánico en el norte de Córdoba

Arqueólogos del CONICET conducen una investigación interdisciplinaria en Cerro Colorado donde hallaron un entorno funerario con restos óseos y diversos elementos vinculados a prácticas colectivas.


En mayo se inició la obra de gasificación en la Reserva Cultural Natural Cerro Colorado. Dicha localidad del norte de Córdoba constituye el principal sitio arqueológico de la provincia y uno de los paisajes rupestres más significativos a nivel sudamericano, con más de cien aleros rocosos y cuevas que conservan miles de imágenes pintadas.

En función de estos antecedentes el Estado provincial, por intermedio de su Dirección de Patrimonio Histórico, dispuso la realización de un estudio de impacto arqueológico que fue conducido por profesionales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), a través de un Servicio Tecnológico de Alto Nivel (STAN), herramienta de Vinculación Tecnológica del CONICET. Los responsables de las tareas son los Dres. Sebastián Pastor, investigador adjunto del CONICET en el Centro de Investigaciones y Transferencia de Catamarca (CITCA, CONICET-Universidad Nacional de Catamarca) y Andrea Recalde, investigadora adjunta del Consejo en el Instituto de Estudios Históricos (IEH, CONICET-CEH).

El hallazgo

Los análisis previos, realizados sobre un trazado de casi 50km por donde pasará el gasoducto troncal, permitieron designar un segmento de 300m de extensión en el centro del poblado actual como área de mayor riesgo arqueológico. En efecto, los antecedentes disponibles permitían definirla como un antiguo espacio de carácter público, a partir de la presencia de un mortero colectivo, residuos de actividades de procesamiento y consumo de alimentos, fragmentos relacionados con la elaboración de adornos de caracol y entierros humanos.

Con el fin de preservar la zona arqueológica, se dispuso que el zanjeo no se realizara por medios mecánicos sino manuales, con un monitoreo permanente por parte de arqueólogos. De este modo, además de diversos artefactos vinculados con las tareas realizadas en el lugar en tiempos previos a la conquista española, se detectó un notable entorno funerario formado por 16 puntos de entierro. La posterior excavación arqueológica permitió rescatar inhumaciones primarias y secundarias (con restos óseos desarticulados), pertenecientes a numerosas personas, con un número mínimo de individuos aún no establecido pero que se estima entre 70 y 80.

“Esta elevada concentración de entierros humanos resulta excepcional para la arqueología del centro de Argentina y produjo una considerable repercusión en la sociedad cordobesa. Esto se advierte en el interés concitado a nivel de los medios de comunicación, entre los vecinos de la zona y, asimismo, entre las comunidades que se identifican como descendientes de los pueblos originarios”, explica Pastor. También son importantes las expectativas entre las comunidades educativas, en tanto que la localidad constituye un destino consolidado de turismo cultural, visitado año tras año por alrededor de 20.000 alumnos pertenecientes a escuelas de toda la provincia.

Primeras conclusiones

Una primera conclusión que se desprende del análisis de los materiales arqueológicos hallados, según Pastor, es que: “El Cerro Colorado no era, en tiempos prehispánicos y al comienzo de la conquista española, un lugar de peregrinación o santuario que permanecía desocupado la mayor parte del tiempo. Era un pueblo con numerosos habitantes que ocupaban su territorio por períodos prolongados y realizaban allí múltiples actividades cotidianas”.

Según los especialistas, el espacio público también fue utilizado por la población del Cerro Colorado para la confección de adornos en la preparación y consumo de alimentos, probablemente, en un contexto celebratorio y ritualizado.

El incremento en el cuidado y desarrollo sostenible de este sitio emblemático del pasado prehispánico y colonial temprano se basará, en gran medida, en el avance del conocimiento científico. El plan de investigación será conducido mediante la integración de un equipo interdisciplinario formado por más de 40 estudiosos de variadas disciplinas tales como arqueología, historia, biología, geología, museología, educación, pertenecientes a diferentes institutos del CONICET y a numerosas universidades, tanto nacionales como del extranjero.

Prácticas colectivas

“En el centro del actual poblado de Cerro Colorado se ubicó un espacio abierto donde se llevaron a cabo diferentes prácticas colectivas, como la preparación y consumo de alimentos, probablemente en un contexto celebratorio y ritualizado”, afirma el arqueólogo en un informe presentado a la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia, organismo encargado de la aplicación de la Ley 5543 de Protección de los Bienes Culturales.

Por su parte, Andrea Recalde, arqueóloga y codirectora del estudio de impacto arqueológico, expresa que: “En estas áreas se realizaban numerosas actividades cotidianas como almacenar, cocinar y consumir alimentos, o fabricar, usar y reparar utensilios de piedra, cerámica, hueso o fibras vegetales”.

“En los alrededores de las áreas residenciales, se practicaba el cultivo de plantas domésticas comunes en la región central de Argentina, como maíz, zapallos y porotos, junto a otras que hasta el momento sólo se han registrado en esta localidad del norte cordobés, como la quínoa, papas y batatas”, sostiene Recalde.

Y agrega: “La presencia de estos cultivos, con sus particulares requerimientos agrotécnicos, por ejemplo, especies que se siembran en distintas épocas del año, indican una mayor producción de alimentos en relación a otras zonas de Córdoba con la capacidad de sostener a una población considerable y probablemente en crecimiento durante los siglos previos a la conquista española”.

Cabe destacar que la significación de los hallazgos y su consecuente impacto social alentaron una nueva mirada del Estado hacia la Reserva Cultural Natural, y hacia la gestión de su patrimonio histórico, con el inicio de un plan de inversiones dirigidas hacia su mayor valorización.

 

Por Sergio Patrone Firma Paz