CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD

Especialistas del CONICET logran avances en el desarrollo de una técnica que apunta a mejorar las tasas de éxito de la reproducción asistida

La novedosa metodología, centrada en activar la capacidad de fecundar de los espermatozoides, ya fue probada en ensayos preclínicos y está siendo testeada clínicamente.


Fecundis es una empresa de base tecnológica (EBT) del CONICET, con sede en Argentina y en la ciudad de Barcelona, que tiene como objetivo mejorar las tasas de éxito de las tecnologías de reproducción asistida, a partir del desarrollo de tratamientos centrados en el esperma. La startup fue fundada por los investigadores del CONICET Darío Krapf, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR), y Mariano Buffone, vicedirector del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET-F-IBYME), junto a Rita Vassena, experta en medicina reproductiva y CEO de la empresa.

En el marco de este proyecto, los expertos desarrollaron una nueva técnica, denominada HyperSperm, que activa la capacidad de fecundar de los espermatozoides de modo tal que permite reproducir en el laboratorio el mismo proceso bioquímico que se da naturalmente en el tracto reproductivo de la mujer.

Tras testear la metodología en ensayos preclínicos en ratones y en toros, el año pasado la empresa dio inicio a una prueba piloto en la Ciudad de Buenos Aires, para la que se seleccionaron 10 parejas infértiles con un extenso historial de tratamientos de fecundación in vitro infructuosos. Los óvulos de cada pareja se dividieron en dos grupos. Mientras una mitad se fecundó según la técnica habitual de fertilización asistida, la otra mitad se fecundó tras tratar el semen con la nueva técnica. El resultado fue que los espermatozoides tratados con HyperSperm generaron un 63% más de embriones de alta calidad en comparación con los fecundados según la técnica habitual. En este marco, algunas de las pacientes recibieron transferencias de embriones derivados del tratamiento de HyperSperm dando lugar a embarazos. Mientras una de ellas dio a luz a un bebé hace poco más de un mes, otras dos se encuentran cursando en el tercer trimestre de embarazo.

Aunque, de acuerdo con los expertos, los datos obtenidos hasta el momento son alentadores y sugieren que HyperSperm podría acortar hasta la mitad el tiempo necesario para obtener un embarazo mediante tratamientos de reproducción asistida, así como abaratar los costos y permitir el acceso a los tratamientos a más pacientes, los investigadores subrayan que se trata de un estudio piloto y, como tal, de tamaño y alcance limitados. Actualmente se encuentra en ejecución una evaluación definitiva del valor clínico de la técnica con ensayos de mayor tamaño.

 

La técnica

De acuerdo con Krapf, HyperSperm “recrea de manera eficiente el proceso de ‘capacitación’ natural del espermatozoide, pero en un tubo de ensayo. Se adapta perfectamente a todos los métodos de reproducción asistida utilizados en la actualidad. Es la primera vez que un procedimiento mejora la capacidad fértil de los espermatozoides”. Y agrega: “HyperSperm modula los eventos moleculares que suceden naturalmente en el tracto femenino, a través de distintos medios adecuados, que se utilizan secuencialmente. No hay ningún tipo de modificación genética. El tratamiento se realiza sobre la muestra de semen del paciente y lleva aproximadamente 90 minutos”.

Los investigadores señalan que históricamente el espermatozoide era considerado una suerte de delivery de ADN al óvulo. Pero este concepto se modificó con el volumen cada vez mayor de trabajos científicos que muestran que el espermatozoide es clave para un desarrollo embrionario exitoso. “La adquisición de la capacidad fértil del espermatozoide, llamada capacitación, que se da aún luego de la eyaculación, es crucial en este proceso”, describe el investigador del IBR.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 17,5% de las persona adultas se enfrentará a la infertilidad en algún momento de su vida. No obstante, solo uno de cada tres tratamientos de reproducción asistida resulta en un nacimiento. En este sentido, Krapf enfatiza que la nueva técnica podría hacer mucho más eficientes los procedimientos disponibles y habilitar la posibilidad de que muchas parejas puedan acceder a tratamientos de baja complejidad, que actualmente tienen bajísima tasa de éxito.

“El espermatozoide eyaculado pasa de un movimiento rectilíneo progresivo a un movimiento muy vigoroso, muchas veces identificado como movimiento en estrella, denominado hiperactivado”, explica Krapf. Este cambio en el patrón de movilidad ocurre con la capacitación y es considerado un parámetro que indica el grado de capacitación de la muestra. Las mayores tasas de hiperactivación generalmente conducen a mayores tasas de éxito de procedimientos de asistencia reproductiva.

“De confirmarse estos resultados, los procedimientos de reproducción asistida mejorarían su eficiencia notablemente, evitando así uno de los problemas más importantes que enfrentan los pacientes: las repeticiones. Se estima que para quedar embarazada, una mujer debe realizar en promedio de 2 a 3 ciclos de fertilización in vitro. Esto no solo produce un gasto económico muy significativo en los pacientes, sino que también, un gran desgaste emocional para la pareja y físico para la mujer”, señala Buffone.

Del desarrollo también participaron La investigadora del CONICET en el IBYME Guillermina Luque y Matías Gómez Elías, ex becario doctoral y postdoctoral del CONICET en el IBYME y actualmente empleado de Fecundis.

Por Jimena Zoni – Área Comunicación IBR (CONICET-UNR)