VOCACIONES CIENTÍFICAS
Ciencia y academia: relación clave para fortalecer el conocimiento científico
Especialistas del CONICET participaron del intercambio con estudiantes de la Universidad Austral de Pilar.
Bajo el lema “Ciencia, Tecnología y la Investigación como futuro profesional: impacto y perspectivas” se llevó a cabo una jornada de Encuentros con la Universidad con el objetivo de intercambiar conocimientos y perspectivas sobre el rol de la academia en la formación científica y dar a conocer qué es y cómo se estructura el CONICET. Además, se expusieron distintas miradas y experiencias de quienes cumplen funciones específicas en cada institución. La actividad se desarrolló en el marco del Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr) de la Dirección de Relaciones Institucionales (DRI) del CONICET.
El encuentro se realizó conjuntamente con la Universidad Austral en articulación con el Centro de Simulación Computacional para Aplicaciones Tecnológicas (CSC, CONICET). Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del investigador del CONICET y vicerrector de Investigación de la Universidad Austral, Domingo Alberto Tarzia y del también investigador del Consejo y director del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (IIMT), Juan Eduardo Gallo.
En el panel expositor participaron: por el IIMT, Jorge Benjamín Aquino, la directora del CSC CONICET, Cecilia Galarza y por el Instituto de Medicina Traslacional, la investigadora del CONCIET, María Florencia Coronel. A su vez, brindaron su aporte la coordinadora de Becas del CONICET, Costanza Rivero y la ingeniera Industrial por la Universidad Austral e investigadora del CONICET, Lourdes Perea Muñoz.
Para dar inicio a la jornada, Tarzia destacó la trascendencia del Programa VocAr “para que los y las jóvenes puedan aspirar a su formación científica, pero también para las universidades: una manera de formar a futuros docentes, hacer un recambio generacional”. A su vez, remarcó la importancia de que exista una institución que otorgue una beca, sin perder de vista el tiempo y dedicación que demanda tanto para el becario como para el Director de beca, ya que “se necesita un gran maestro o maestra que tenga la vocación de formar a esa persona durante 5 años en la beca doctoral y 3 años en la postdoctoral”.
A continuación, el director IIMT, Juan Eduardo Gallo señaló el crecimiento en recursos humanos, siendo actualmente 60 personas conformadas por investigadores/as, becarios/as, doctorandos/as y técnicos/as. A su vez, enfatizó en los desarrollos surgidos del Instituto, tratándose de “dos startups que han recibido fondos de diversas entidades y se han aliado con empresas del sector de la biotecnología”. En ese sentido, dejó en claro que “dentro del marco del CONICET y de la Universidad Austral existe una interacción muy fuerte con la industria, sin perder la identidad propia de cada uno de los actores”.
A su turno, Aquino profundizó en la importancia de la investigación científica y la inversión en ciencia, “la investigación en todo el mundo es una inversión, entonces los países que quieren innovar invierten en investigaciones, es una cosa clave”. Por lo que, considera “fundamental que el Estado invierta en investigación, en becas, sobre todo, pero también en proyectos de investigación porque la investigación básica es la que da ideas al mundo, ideas que cambian la ciencia, que generan hitos”. Desde su perspectiva, “no invertir en investigación es condenarse a la pobreza, al no desarrollo científico”.
La investigadora Galarza, por su parte, se mostró entusiasmada y agradeció la oportunidad para establecer “un diálogo entre lo que hacemos y sus intereses”. En su exposición dio cuenta de la actualidad del Centro de Simulación Computacional: cómo está conformado, cuáles son sus proyectos y su equipamiento, siendo el cluster computacional “Tupac” el protagonista por haber sido, en su momento, el cluster más grande del país por su capacidad de cómputo. El mismo tiene en su haber “estudios relevantes como la prospección de Vaca Muerta, se corrieron muchas simulaciones que indicaban cuál era el potencial de algunos sectores”, explicó la directora. Asimismo, agregó “en el CSC lo que tratamos es de interactuar entre nosotros, nuestra fortaleza es justamente la diversidad, porque en esa diversidad estamos buscando cosas nuevas para hacer”.
Seguidamente, María Florencia Coronel reflexionó en torno a las vocaciones científicas y habilidades del investigador/a científico/a: “la curiosidad nos lleva a hacernos preguntas y hacernos las preguntas correctas es una característica muy fiel a la labor del investigador” detalló la científica. También remarcó “la capacidad de adaptación como aquello que se planea, pero que después sale otra cosa, por lo que hay que ser flexibles”. Otras palabras que consideró clave son “paciencia porque los procesos son largos, un proyecto doctoral lleva 5 años, no tener la ansiedad de llegar” y “perseverancia, seguir a pesar de los obstáculos”. Además, el público presente aportó conceptos relacionados con el quehacer científico: comunicación, pasión, compromiso, trabajo en equipo, entre otros. Por último, a modo de consejo para las y los interesados en participar en actividades de investigación, expresó “aprovechen a estudiar mucho durante sus carreras porque es el momento que tienen para estudiar y formarse en algo, preséntense en los grupos de investigación: hay que ir, probar, tocar puertas y animarse”.
Para dar respuestas sobre el Programa de Becas CONICET, Costanza Rivero expuso cómo está estructurado el mismo, cuáles son los objetivos de las becas que se otorgan, la duración y los requisitos a cumplir para postularse. En el marco de su charla precisó que: “lo importante para la solicitar la beca es presentar un proyecto de investigación que va a ser el proyecto de la tesis doctoral, junto con un director de beca” y continuó “hay que proponer en qué centro de investigación, dependencia universitaria o empresa se va a desarrollar la actividad”. Además especificó que lo más difícil para alguien que todavía no está dentro de este proceso de vincularse con sector científico, es encontrar la forma de armar un proyecto y ver con quién presentarse o cómo contactar a un posible director/a de beca. Dada esta situación, remarcó la relevancia de este tipo de espacios en que docentes, investigadores/as y estudiantes se vinculan para que puedan surgir las posibilidades de armar un plan de trabajo y presentar la solicitud a beca.
Por último, la investigadora Perea brindó su presentación en torno a la “trayectoria” y relató cómo fueron sus inicios investigando en la facultad hasta convertirse en Vicerrectora de Asuntos Académicos de la misma. En su proyecto de vida tenía claro que “quería un desarrollo profesional, pero también un proyecto familiar y una vida con sentido: poder dar un servicio a la sociedad”. Para la científica “la vocación a la investigación es una actividad con enorme trascendencia, de espíritu emprendedor y es compatible con un proyecto de vida más abarcativo”.
Como corolario, el organizador de la jornada, profesor e investigador de la Universidad Austral, Reynaldo Rivera, cerró el encuentro con una cita de Bernardo Houssay, premio nobel en medicina (1947) y fundador del CONICET “los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico-tecnológico, y los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”.
Por Florencia Verrastro