Año de las Energías Renovables

El vapor de la energía solar

Un desarrollo de científicos del CONICET, que fue premio Innovar 2016, puede aportar energía eléctrica limpia a diversas industrias.


En la localidad de San Carlos, en los Valles Calchaquíes, provincia de Salta, se instaló el primer generador solar térmico de tipo Fresnel Lineal, por iniciativa de Luis Saravia, investigador superior (r) del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Energías No Convencionales (INENCO, CONICET-UNSa) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). El objetivo es aprovechar la energía solar para la aplicación en diversas industrias de la región, en una latitud planetaria con una de los mayores índices de insolación.

Según un análisis de la potencialidad de explotación de la energía solar, realizado en 2009 por el Institut für Technische Thermodynamik, de Alemania, en base a los datos recabados por la NASA en su programa de energía solar (Solar Surface Energy, SSE), la potencialidad en la zona es de más de 2800 kilowatts por hora por metro cuadrado al año. Esto se traduce en 414 megawatts por hora en un año en la superficie que cubre el fresnel lineal (148 metros cuadrados).

El desarrollo ganó el concurso Nacional Innovar 2016 que organiza el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCyT). Marcelo Gea es ingeniero civil, magister en energías renovables y dirige el proyecto de Luis Saravia junto a Marcos Hong, becario posdoctoral del CONICET en el INENCO e investigadores de la Universidad Nacional de Salta.

El concentrador solar Fresnel lineal consta de espejos curvados que rotan sobre un eje horizontal con un motor para seguir el recorrido del Sol, todo esto controlado por computadora mediante un software especialmente desarrollado en el INENCO que controla el seguimiento automático y las válvulas para el paso del vapor que produce el dispositivo. La curvatura de los espejos es lo que permite esta concentración a la que se refiere su nombre: los rayos solares se reflejan y convergen en una línea.

¿Y luego qué? Toda esa energía concentrada durante la exposición al sol se utiliza para la evaporación de agua que circula por un sistema de caños de acero. El vapor producido se dirige hacia el absorbedor que, unido a un motor de vapor que transforma esa energía térmica en eléctrica.

“Este prototipo se instaló en convenio con un productor de ajíes de la zona, para el secado de estos. La tecnología para colectar energía y transformarla en vapor es variada. Ahora estamos probando una nueva tecnología en la que los espejos en lugar de moverse están fijos y lo que se mueve es el absorbedor, para atender a la cuestión de la fragilidad del sistema frente al viento, porque si hay mucho viento se puede descalibrar”, explica Marcelo Gea.

Las zonas donde están ubicadas las explotaciones mineras regionales también poseen un alto nivel de radiación solar. El equipo permitirá obtener energía eléctrica y térmica cercana a los yacimientos, necesarias para la explotación de los minerales o para el procesamiento posterior del litio, que hoy es transportado y procesado en otras regiones o fuera del país.

 

Equipo de trabajo del INENCO:
Marcos Hong, becario posdoctoral.
Marcelo Gea.
Luis Saravia, investigador principal (R).
Cora Placco.
Pablo Dellicompagni, becario doctoral.
Ricardo Caso, profesional adjunto.
Humberto Bárcena.
Daniel Hoyos.
Marcos Hongn, becario posdoctoral.
Carlos Fernández.
Hugo Suligoy, técnico principal.
Martín Altamirano, ex becario.
Silvana Flores Larsen, investigadora adjunta.