El CONICET lamenta el fallecimiento de Damián Marino



Era doctor en Ciencias Exactas y se especializaba en temáticas de contaminación ambiental. Se desempeñaba en el Centro de Investigaciones del Medioambiente.

El investigador del CONICET Damián Marino se desempeñaba en el Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA).

Doctor en Ciencias Exactas y licenciado en Química con orientación en Química Orgánica por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Marino se especializaba en temáticas vinculadas a la contaminación ambiental, específicamente al estudio de la contaminación derivada de las actividades agropecuarias en la Región Pampásica, y fue autor de gran cantidad de trabajos reconocidos a nivel internacional acerca del impacto de la distribución de plaguicidas, pesticidas y fármacos veterinarios.

Marino era Profesor Asociado Ordinario del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas (FCEx, UNLP), donde dictaba materias de la Licenciatura en Química y Tecnología Ambiental. Desde esa unidad académica destacaron su labor en extensión universitaria y su activa militancia y compromiso por los derechos socioambientales de los pueblos. “Fue un formador de equipos de trabajo en docencia, investigación y extensión, y su legado será continuado por todas y todos quienes lo conocieron”, subrayaron.

El Grupo de Investigación Ad Hoc Agroquímicos de la Red de Seguridad Alimentaria del CONICET -del que Damián fue co-coordinador- lo recuerda con las siguientes palabras:

Desde hace mucho tiempo los esfuerzos de Damián iban detrás del concepto de “Una Salud”, desde mucho antes que esta iniciativa global tendiente a entender que no hay una protección genuina de la salud humana sin planes preventivos de cuidado de la salud ambiental se establezca al punto que existe en la actualidad. No sólo se comprometió con producir ciencia de excelencia con sus aportes en el Área de la Química Ambiental de Residuos de Plaguicidas (y otros contaminantes químicos).

Además, fue uno de los adelantados que rápidamente en su carrera de posgrado se fue involucrando cada vez más en los aspectos socio-ambientales sobre los dilemas que plantea el uso de agroquímicos en suelos cada vez más amplios y más cercanos a donde vive la gente. Como muchos de los científicos del país, chocó una y otra vez con los desafíos que plantea planificar y producir ciencia relevante, y en todos los casos se comprometió con cuerpo y alma superando muchos obstáculos, y quedando con huellas de las frustraciones acumuladas que plantea querer hacer más que decir, y querer resolver problemas de la gente más que acumular publicaciones, honores o medallas. Un científico en Argentina administra fondos, es legalmente responsable de compras y descartes, diseña estudios, los ejecuta, los interpreta, los publica, los defiende y los discute en ámbitos científicos. También, debe formar recursos humanos y someterse a evaluaciones frecuentes de su calidad profesional, planificar y dictar actividades docentes, realizar servicios técnicos de vinculación tecnológica para la industria y el gobierno, representar a la Universidad y el país en distintos foros internos y externos, etc. etc….

Damián, además estaba siempre recordando para qué se hace todo eso, cuál es el fin último de trabajar hasta sábados, domingos y feriados… Tanto los que tuvieron contacto frecuente desde hace mucho tiempo como los que estuvimos compartiendo diferentes tareas con Damián por un tiempo breve, nos quedó en claro que era una de esas personas profundamente comprometidas con la ciencia, a veces (¡y seguramente muchas veces!) relegando la vida personal para cumplir con metas profesionales, docentes, formar discípulos motivados, y mantener el contacto con las comunidades más vulnerables y desatendidas.

Parafraseando la canción de Eladia Blázquez, Damián fue (y será siempre) uno de los “Anónimos” haciendo tributo a “Honrar la Vida”:

Merecer la vida no es callar y consentir
Tantas injusticias repetidas
¡Es una virtud, es dignidad!
Y es la actitud de identidad ¡más definida!

Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir
Porque no es lo mismo que vivir
¡Honrar la vida!