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Después de dos años, el Buque ARA “Austral” del CONICET zarpó a una campaña oceanográfica

Se trata de una campaña de relevamiento de datos geocientíficos marinos realizada dentro del marco de un convenio de Y-TEC, una empresa I+D de energía de YPF y el CONICET. El objetivo principal es recopilar información en áreas aún inexploradas del territorio argentino sumergido.


Después de dos años desde su última campaña, el Buque Oceanográfico ARA “Austral” perteneciente al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y operado por el Servicio de Hidrografía Naval (SHN) -dependiente de la Secretaría de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa del Ministerio de Defensa de la Nación- zarpó el 9 de agosto desde la Base Naval en Mar del Plata con el objetivo de realizar una campaña científica (YTEC-GTGM Geo06) en el en el Golfo San Jorge; Plataforma de Tierra del Fuego y Cuenca Malvinas Sudoccidental. Algunas de las investigaciones de la campaña tienen vinculación con objetivos de Y-TEC, una empresa I+D de energía del CONICET y de YPF, que refieren a detectar la presencia de gas en el fondo oceánico.

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El investigador principal del CONICET Alejandro Tassone es el coordinador científico de la campaña correspondiente al Grupo de Trabajo de Geología Marina Ampliado (GTGM-A). De la misma participan 24 científicos, profesionales y estudiantes de doctorado y se estima que tendrá una duración de 30 días.

El “Austral” es un buque oceanográfico para aguas profundas y tiene un equipamiento como ecosondas, guinches, cables para maniobras lo hacen apto para operar en todo el Talud Continental Argentino, en ese sentido es único en Argentina.

Dicho relevamiento tiene como principales objetivos: realizar mapas batimétricos de alta resolución del fondo marino; investigar fallas geológicas activas y aludes submarinos y analizar su peligrosidad; buscar y analizar evidencias de emanaciones naturales de hidrocarburos en el fondo marino; investigar las dinámicas de las corrientes marinas; medir niveles de nutrientes, metales pesados, material particulado y microplásticos en agua; realizar un análisis de biodiversidad y ecología de comunidades bentónicas; investigar la variación espacio-temporal de la composición de los grupos funcionales del fitoplancton y estudiar la estructura comunitaria, diversidad, distribución y comportamiento de predadores superiores (aves y mamíferos marinos).

En búsqueda de detectar la presencia de gas en el fondo oceánico

“En referencia a las investigaciones vinculadas a detectar la presencia de gas en el fondo oceánico -uno de los objetivos de Y-TEC- se realizará un estudio previo donde se observarán perfiles de Sísmica de Reflexión 2D y bloques sísmicos 3D, la presencia de chimeneas por donde ascendería ese gas y se definirá tomar testigos de sedimentos del fondo oceánico con el sistema gravity corer que hay en el buque”, explica Tassone.

Y continúa: “Luego se muestrean esos sedimentos y se realizan estudios en laboratorios de geoquímica que permiten definir si se trata de gas termogénico -fuente profunda de petróleo-gas- o biogénico. En el buque se realizan otros tipos de investigaciones relacionadas con este muestreo como la identificación de geoformas en el fondo oceánico y otras con la emanación de fluidos profundos”.

En relación a la importancia de retomar este tipo de campañas, el integrante del Directorio del Consejo Roberto Rivarola, expresa: “Con el dictamen de la ley 27.757 del año 2020 se formalizó la extensión del Mar Argentino hasta aproximadamente 350 millas náuticas, permitiendo ampliar la soberanía argentina sobre los recursos naturales que se encuentren en esta zona geográfica. Esto implica un incremento de 1.782.500 kilómetros cuadrados de la plataforma continental argentina, significando una ampliación del 35% del lecho y subsuelo marinos. Esto permite reafirmar los derechos argentinos sobre la plataforma y sus riquezas, y asignar medios y recursos para su investigación y uso sostenible”.

Y agrega: “Después de dos años nuestro Buque Oceanográfico ARA Austral sale nuevamente en campaña científica, ahora al área protegida Yaganes al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego, en el área geográfica del Pasaje de Drake (Mar de Hoces), en el extremo sur de la Zona Económica Exclusiva Argentina. Sin dudas, el conocimiento geológico y biológico de toda la extensión de nuestro mar, implica también las potencialidades de explotación de estos recursos naturales propios”.

Las instituciones participantes son la Unidad de Apoyo a Investigaciones Hidrográficas y Oceanográficas (UNIHDO), el Instituto de Geociencias Básicas Aplicadas y Ambientales de Buenos Aires – IGeBA (CONICET-UBA); La Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA); Servicio de Hidrografía Naval (SHN); Instituto Argentino de Oceanografía (IADO, CONICET-UNS); Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (IBBEA, CONICET-UBA); Instituto de Investigaciones Costeras y Marinas (IIMyC, CONICET-UNMdP) y la Armada Argentina.

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Ceremonia de zarpada del Buque

En la ceremonia de zarpada del buque oceanográfico Austral estuvieron presentes el miembro del Directorio del CONICET Roberto Rivarola, el gerente de Administración del Consejo Jorge Alberto Figari, la directora del CONICET Mar del Plata Vera Álvarez y su coordinadora Andrea Moyano, el contraalmirante Marcelo Paternostro, el comandante de la Agrupación de Buques Oceanográficos Capitán de Navío Juan Ignacio Squillacci.

Sobre el Buque “Austral” del CONICET

Posee una eslora total de 97,6 metros y pesa unas 4.734 toneladas. Para su propulsión utiliza un sistema diesel eléctrico que le permite alcanzar una velocidad de 12,5 nudos. La embarcación puede albergar hasta 25 científicos y 25 técnicos o personal náutico a bordo.

Cuenta con seis gabinetes: de sismología, aire comprimido para sísmica, hidroacústica, oceanografía, geología y química. También posee un guinche oceanográfico y para prospección magnética; dragas y rastras con videocámaras incorporadas; receptores de imágenes satelitales y cartas meteorológicas; y un sistema de observación del suelo marino, entre otras capacidades operativas y equipamiento científico.

Se trata de una plataforma de investigación que permite desarrollar actividades vinculadas a la geología, geofísica, geodinámica y sísmica, oceanografía física, química y biológica; y tiene la capacidad de identificar áreas de riqueza hidrocarburífera y alimentaria.