CICLO DE CHARLAS ABIERTAS A LA COMUNIDAD
“Como en el matrimonio, la diabetes es hasta que la muerte nos separe y no hay divorcio”
Juan José Gagliardino brindó una charla sobre esa enfermedad y resaltó la importancia del paciente como primer responsable de controlarla.
En el marco del Ciclo de Charlas Abiertas a la Comunidad 2014 organizado por el Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata, el doctor Juan José Gagliardino, investigador del CONICET en el Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada (CENEXA, CONICET-UNLP) disertó ante un nutrido auditorio sobre la situación actual de la diabetes en Argentina, las dificultades para su detección, complicaciones y hábitos saludables para prevenirla.
“Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en 2005 el porcentaje de personas con diabetes en el país era del 8,4 %, es decir, 8 de cada 100 habitantes eran diabéticos. En 2010 ese número subió al 9,6 %. Por lo tanto, esta enfermedad es cada vez más frecuente en la población”, explicó Gagliardino.
En esa línea, subrayó que “un porcentaje similar es el de personas que, sin tener diabetes, están en la antesala, a punto de dar el pasito para entrar. Ahí tenemos el primer problema: la mayor parte de esa gente ignora el riesgo al que está expuesta, no se cuida, no se controla, y eso favorece a que se desarrolle la enfermedad”.
Según el profesional, en nuestra región 2 de cada 3 jóvenes de entre 15 y 20 años tienen riesgo de desarrollar diabetes en algún momento, por sus hábitos de vida. Cifra que aumenta a 1 de cada 2 personas en mayores de 21 años.
En otro pasaje de la charla, Gagliardino se refirió a los factores de riesgo y las consecuencias que genera la diabetes: “No viene sola, está asociada a hipertensión, obesidad y otras ‘malas juntas’. Esta enfermedad nos preocupa por sus complicaciones. Por ejemplo, es la primera responsable de ceguera en personas adultas y puede ocasionar un infarto agudo de miocardio o un ACV”.
En ese orden, resaltó que “las lesiones más frecuentes por una diabetes mal controlada se presentan en la retina, los riñones y los nervios periféricos. En este último caso, el daño produce una anestesia que no le permite al paciente sentir dolor al quemarse o al cortarse, por ejemplo. En esas situaciones, como la tendencia a las infecciones es muy grande, probablemente se produzca una gangrena y pueda terminar en una amputación”.
Gagliardino hizo especial énfasis en la prevención, tanto de las personas ya diagnosticadas con diabetes para que no desarrollen complicaciones, como en los individuos sanos pero con condición de “pre diabéticos”, esto es, que presentan factores de riesgo considerados desencadenantes de esta enfermedad.
Estos factores de riesgo son: aumento del perímetro de la cintura, sedentarismo, bajo consumo de vegetales y frutas. “Son corregibles, no como la genética, contra la cual no se puede hacer nada”, afirmó.
En ese sentido, Gagliardino enfatizó sobre la necesidad del compromiso del paciente: “El médico es como un entrenador de fútbol, puede dar las indicaciones de lo que hay que hacer, pero lo tiene que poner en práctica la persona. Como en el matrimonio, la diabetes es hasta que la muerte nos separe y no hay divorcio con ella. El enfermo crónico debe controlar activamente su enfermedad”.
Esta actividad se enmarca dentro del Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el cual tiene como fin promover la democratización del conocimiento científico para generar igualdad de oportunidades en el acceso a la ciencia.