TECNÓPOLIS 2015

Cine debate y bichos raros en el espacio del CONICET

Investigadores del Instituto de Investigaciones Geohistóricas y del Centro Nacional Patagónico participaron de las actividades en el espacio de Diálogos y Cine.


Las actividades del CONICET continúan en Tecnópolis. El fin de semana se destacaron una charla debate sobre la película “Rancho aparte” y una charla sobre invertebrados marinos con características particulares.

Cine reflexivo

El taller de “Riesgo, ambiente y salud”, dictado por los investigadores del CONICET María del Carmen Rojas y Francisco Manero, mostró fragmentos de la película argentina “Rancho aparte”, que plantea cuestiones referidas a una pareja de campesinos que, por fuerza mayor, debe mudarse a la ciudad. El film pone en cuestión las tensiones propias tanto de los campesinos como de los citadinos cuando son sacados de su contexto diario, y sobre eso mismo versó el taller que luego brindaron los investigadores: fue un ejercicio de reflexión sobre las fortalezas y fragilidades que todas las personas despliegan ante nuevas situaciones.

Tanto los investigadores como los asistentes, problematizaron el concepto de “grupos vulnerables”. “La vulnerabilidad social en general se piensa desde la fragilidad –señaló Rojas-, pero la fortaleza de las situaciones de supuesto riesgo es la capacidad de adaptación que tiene toda persona ante la amenaza de lo nuevo. Eso, indudablemente, hará al que lo pase más fuerte”. Rojas explicó que los grupos vulnerables no existen: “Hay distintos niveles de vulnerabilidad en todos, según distintos factores. Lo fundamental es valorar y respetar al otro, para aumentar las fortalezas. Porque al riesgo lo construimos entre todos”, concluyó.

Bichos raros

El doctor Federico Márquez, investigador del CONICET en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT) fue el encargado de brindar la charla “Biodiversidad de los ´monstruos´ submarinos que viven entre ballenas y pingüinos”.

Durante la actividad, Márquez mostró imágenes de invertebrados marinos que habitan en las costas argentinas y en el submareal. Estos organismos presentan una gran biodiversidad y además tienen varias particularidades. “Algunos presentan múltiples ojos como las vieiras, muchos brazos, otros no tienen cerebro y algunos utilizan la boca para excretar lo que no pueden digerir”, sostuvo el investigador de Puerto Madryn.

Otro ejemplo, son las estrellas marinas que tienen un tipo de reproducción vegetativa que frente a un daño, un depredador puede atacarlas o pueden lastimarse, pueden regenerar esas partes perdidas.

Más allá del atractivo visual de las imágenes y de la rareza que presentan estos organismos son fundamentales para los ecosistemas marinos patagónicos ya que “son la base de la cadena alimenticia del mar. Si no existiesen estos organismos no existirían las ballenas, los delfines y los pingüinos, por ejemplo”, afirmó el biólogo.

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