El CONICET lamenta el fallecimiento de Carlos Strasser



Fue investigador del Consejo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y tuvo un rol central en el desarrollo de la ciencia política argentina a principios de la década de los ochenta.

El profesor e investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) Pablo Bulcourf lo recuerda con las siguientes palabras:

Falleció el Dr. Carlos Strasser, uno de los politólogos más destacados de la Argentina, el cual nos ha llegado una enorme producción a lo largo de su carrera académica.

El profesor Strasser nació en 1936 estudiando la carrera de abogacía en la Universidad de Buenos Aires, formándose junto a otras personalidades como Guillermo O´Donnell y José Nun. Posteriormente continuó sus estudios de doctorado en la prestigiosa Universidad de Berkeley en los EE.UU. compartiendo sus estudios junto a Oscar Oszlak en medio del torbellino de los movimientos estudiantiles de finales de la década de los sesenta. Entre sus profesores se encontraba Sheldon Wolin, del cual fuera de uno de sus discípulos en el espacio latinoamericano.

Strasser tuvo un rol central en el desarrollo de la ciencia política argentina a principios de la década de los ochenta donde presidió la Comisión Especial para la creación de la Carrera de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires en 1985. Por otro lado, dirigió durante décadas la Maestría en Ciencias Sociales en la Sede Argentina de la Facultad Latinaomericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y desarrolló su labor como investigación en el CONICET obteniendo la categoría de investigador superior. A lo largo de su carrera Strasser recibió numerosos premios y distinciones, entre ellos la Mención de Honor “Senador Domingo F. Sarmiento” por parte del Honorable Senado de la Nación; la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores y los premios Konex y Konex de Platino en Ciencia Política.

Su concepción de la ciencia política se distanciaba de las vertientes neopositivistas que habían predominado en la “revolución sistémico-conductista” de los años cincuenta y sesenta, continuando el llamado a la teoría política que había iniciado su maestro Wolin en obras contundentes como Politics and Vision: Continuity and Innovation in Western Political Thought (1960). Bajo este signo surgieron sus textos La razón científica en política y sociología (1979) y Filosofía de la ciencia política y social (1986).

La teoría sobre la democracia ocupó un papel central en la producción de Carlos Strasser, publicando los dos volúmenes de Para una teoría de la democracia posible (1991 y 1991) y posteriormente en Democracia III. La última democracia (1995). La concepción sobre la democracia que fue desarrollando Strasser pretendía una mayor profundización que la acuñada por Robert Dahl alrededor de la poliarquía vinculándola con otras dimensiones de la vida social de ahí surgió su trabajo Democracia & Sociedad (1999) y La vida en la sociedad contemporánea. Una mirada política (2003).

Por otro lado, en La razón democrática y su experiencia (2014) nos invita también a una mirada crítica sobre el auge de las visiones populistas durante las primeras décadas de este siglo. La necesidad de articular la ciencia política empírica con la teoría política caracterizó la perspectiva que adoptara Carlos Strasser junto a otras personalidades de las ciencias sociales en el país, algo que ha dotado de originalidad a la producción argentina bajo orientaciones teóricas muy diferentes, donde se produce un diálogo fecundo, crítico y reflexivo entre el continente europeo, América del Norte y Latinoamérica.

Sin lugar a dudas el trabajo constante de Carlos Strasser ha marcado un camino fecundo en la ciencia política tanto de la Argentina como en el resto de América Latina.