INVESTIGADORES
MOLINA Maria Elena
congresos y reuniones científicas
Título:
Escribir para aprender y aprender a escribir en la universidad: relaciones entre argumentación y escritura
Autor/es:
MOLINA, MARÍA ELENA; ALFIE, LIONEL; ROSLI, NATALIA
Lugar:
San Carlos de Bariloche
Reunión:
Encuentro; Tercer Encuentro de Investigadores en Desarrollo Cognitivo y Educación; 2014
Institución organizadora:
CONICET y CCT Patagonia Norte
Resumen:
¿Cómo se escribe en el nivel superior? ¿Qué rasgos caracterizan la escritura académica? ¿Qué lugar ocupa la argumentación en este tipo de escritura? ¿En qué medida y cómo pueden conjugarse los potenciales epistémicos de las prácticas de escritura y de argumentación? Estas preguntas guiarán nuestro trabajo. En efecto, desde distintas corrientes se sostiene que escribir es un proceso que posibilita pensar y repensar lo que uno quiere decir, planificar los contenidos, revisarlos y reformularlos. La escritura, en tanto comunicación diferida, estimula el análisis crítico sobre el propio saber ya que permite sostener la concentración en ciertas ideas y tiene la potencialidad de ser una forma de estructuración del pensamiento que, al objetivarlo y destinarlo a un otro, lo devuelve modificado (Langer & Applebee, 1987; Carter, Miller & Penrose, 1998; Bangert-Drowns, Hurtley & Wilkinson, 2004; Carlino, 2004, 2005). La argumentación, por su parte, entendida como un medio racional de conducir disputas (van Eemeren & Grootendorst, 1984), precisa que el discurso no sólo se produzca a fin de definir y justificar una postura, sino también que quienes argumentan examinen sus afirmaciones a la luz de las afirmaciones de los otros, lo cual los compromete en un proceso social, ligado al contexto y orientado hacia metas específicas (Leitão, 2000). Reconociendo estas potencialidades epistémicas, el presente trabajo busca elucidar los vínculos que, en el nivel superior, establecen las prácticas de escritura y argumentación. A partir de un estudio de casos múltiples (Maxwell, 1996; Creswell, 2007) efectuado en dos asignaturas universitarias pertenecientes a las Ciencias Naturales y a las Humanidades, articulamos algunas aproximaciones teóricas en torno a dichas prácticas y a sus potencialidades epistémicas. Como punto de partida, entendemos que la escritura académica es preeminentemente argumentativa (Padilla, 2012), por lo que resulta necesario preguntarse y problematizar las relaciones entre escritura y argumentación y los alcances que dichos vínculos poseen en relación con las prácticas de enseñanza y con los procesos aprendizajes de los alumnos.