Las interacciones socializadoras en pre-escolares. Análisis de algunos emergentes observados en la realización de tareas y sus implicancias psicosociales

TOMASINI, MARINA

Córdoba

Congreso; 16. II Congreso Internacional de Educación ? III Congreso Nacional de Educación.; 2002

Gobierno de la Provincia de Córdoba y Universidad Nacional de Córdoba

La socialización, a través de las relaciones intersubjetivas, incorpora a los individuos a un orden social y simbólico constituido por un conjunto de relaciones sociales y de objetos materiales y/o culturales. En este proceso socializador cada individuo adquiere dominio de su mundo circundante y sincrónicamente construye conocimientos sobre la realidad. Pero, al mismo tiempo, la incorporación a los grupos sociales supone que el individuo internaliza los significados de las acciones de los otros y comienza a comprender las relaciones sociales y su posición en ellas; es decir que internaliza los procesos de definición simbólica que dicen lo que él o ella es. De este modo el proceso de socialización es constituyente de la subjetividad. En el proceso socializador se dan una serie de estrategias de trasmisión que guardan cierta consonancia con el orden socio-histórico; éste preforma y prefigura discursos y acciones mediante un conjunto de representaciones instituidas las cuales ofrecen ciertas significaciones centrales que dan cohesión y cierta estabilidad a las prácticas. Las estrategias de los actores, que en la cotidianeidad suelen aparecer guiadas por un sentido práctico, pueden generar efectos de reproducción o de cambio, ya que en las interacciones socializadoras se pueden desplegar acciones que van desde la obediencia, el acatamiento, la conformidad hasta la resignificación, rechazo o innovación frente a lo transmitido. En la fase temprana de la infancia la socialización ocurre principalmente entre la familia y las agencias de cuidado y educación infantil (comedores, guarderías y jardines infantiles). En estos ámbitos las estrategias socializadoras adquieren visibilidad en el campo de lo grupal; es allí donde se puede reconocer que el proceso de socialización se constituye a partir de los vínculos y relaciones o trama psicosocial. El proceso de inclusión de las niñas y los niños en el jardín de infantes es una experiencia de transición central en sus vidas no sólo porque los chicos deben afrontar una serie de demandas de una institución con sus propias reglas, en la que son inducidos a realizar conductas tendientes al orden y a acatar las imposiciones de agentes socializadores no familiares sino porque son ubicados en grupos de pares que para ellos son nuevos y deben aprender a manejar las situaciones de conflicto generadas por la presencia recíproca de otros desconocidos. A partir de estos ejes conceptuales, en este trabajo me centraré en el análisis de las interacciones socializadoras entre adultos y niños en salas de cuatro años de jardines infantiles. Específicamente me propongo mostrar las características salientes que asume la implementación de las tareas de aprendizaje programadas por los agentes socializadores así como los emergentes más recurrentemente observados en los niños. Asimismo y a modo de conjetura se ligan estos emergentes infantiles a las características típicas de las tareas y se propone que éstas introducen un patrón competitivo en las relaciones intersubjetivas.