INVESTIGADORES
CALDO Paula
congresos y reuniones científicas
Título:
Destellos de memoria en la clase de historia. Pensando formas de transmitir el oficio de historiar
Autor/es:
PAULA CALDO
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; III Jornadas Nacionales Espacio, Memoria e Identidad; 2004
Institución organizadora:
F CP y RI - FHyA UNR - CONICET
Resumen:
<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1107304683 0 0 159 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; font-size:10.0pt; mso-ansi-font-size:10.0pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> El docente es un trabajador de la memoria, siempre recreada en sus exposiciones áulicas. Precisamente, porque la enseñanza siempre versa sobre valores, prácticas y conocimientos pasados, añejos. A su vez, en cada clase en general y en las de historia en particular entran en juego la memoria del estudiante, la del docente y la de una institución disciplinar (historia) que sostiene tanto prácticas como tradiciones e instancias de poder. Así, el aula, receptáculo arquitectónico de la clase, queda entrecruzado por múltiples memorias que en un ejercicio de contrabando permiten que el  saber adquiera continuidad en un juego dialéctico de cambios y permanencias. Justamente, las reflexiones condensadas en este escrito merodearan en torno a las posibles formas de transmitir el oficio de historiar en el nivel superior del sistema educativo. Dando un paso al costado de las posturas y planteos que aluden a vocaciones y llamados innatos se acuerda con que “a ser historiador se aprende” como también se aprende a “transmitir el oficio” para “que no muera con nosotros” (los historiadores). En este sentido comenzamos a caminar en una territorialidad que demanda poner los pies sobre dos relieves muchas veces antitéticos. Es decir: el tenso hilván que sujeta la historia como ciencia y las agilidades didáctico pedagógicas que acompañan la exhibición de la misma.