INVESTIGADORES
LIPINA Sebastian Javier
congresos y reuniones científicas
Título:
Actualizaciones en el Estudio Contemporáneo de la Pobreza y la Salud Mental
Autor/es:
ELGIER, ANGEL M.; ORTEGA, IVANA; BIDEGAIN, MARÍA VIRGINIA; LIPINA, SEBASTIAN J.
Lugar:
Lima
Reunión:
Congreso; 7mo Congreso Mundial de Terapias Cognitivas y Comportamentales; 2013
Institución organizadora:
Asociación Latinoamericana de Análisis, Modificación y Terapias Cognitivas Comportamentales
Resumen:
El objetivo de esta ponencia es considerar cómo se relacionan la
pobreza y la salud mental, ilustrando con ejemplos específicos sobre: 1)
esquizofrenia, 2) abuso de sustancias y 3) trastornos psiquiátricos en la
niñez. Por último se discutirán las recomendaciones de la OMS respecto a las
políticas públicas. La pobreza es un fenómeno multidimensional y no
generalizable entre diferentes poblaciones, que afecta aproxi¬madamente al 45%
de la población mundial y, dentro de ella, al 50% de los menores de 18 años lo
que constituye un panorama de carácter pandémico. Sus efectos directos e
indirectos sobre diferentes aspectos del desarrollo emocional y cognitivo, se
asocian a una mayor probabilidad de incidencia de trastornos conductuales y
psiquiátricos. En la literatura es posible verificar diferentes ejemplos de la
relación entre la pobreza y la salud mental. Con respecto a la esquizofrenia,
se encuentra que su prevalencia suele ser mayor en las personas que se
encuentran en las situaciones de mayor vulnerabilidad social. Tal relación es
compleja y plantea la necesidad de continuar explorando los potenciales
mecanismos de causalidad. Por ejemplo, independientemente de los componentes
neurobiológicos, de acuerdo con la hipótesis de causalidad social, las personas
que viven en condiciones socioeconómicas adversas tienen mayor probabilidad de
adquirir un trastorno esquizofrénico. Sin embargo, también hay disponible
evidencia que indica que la distribución de la clase social de los padres de
los pacientes con esquizofrenia no se desvía necesariamente de la de la
población general. El segundo
ejemplo que discutiremos refiere a los trastornos asociados al uso y abuso de
sustancias. Diferentes estudios han indicado que las condiciones sociales
adversas suelen asociarse a una mayor incidencia de alcoholismo y uso abuso de
sustancias ilícitas, así como también de la mortalidad. Con respecto a los
trastornos psiquiátricos durante la niñez, el vínculo
con las experiencias adversas asociadas a pobreza es igualmente complejo. Los bajos
ingresos familiares en combinación con condiciones de crianza deficitarias se
asocian a crisis que ponen a los niños en situación de riesgo, y precipitan la
aparición de problemas de conducta y trastornos como el déficit de atención con
hiperactividad. Por ejemplo en Inglaterra, los índices de riesgo muestran que
los niños de hogares pobres tienen tres veces más probabilidades de padecer
problemas de conducta que los niños que no están en situación de pobreza. En la
actualidad se analiza si lo que se asocia al riesgo es algún aspecto específico
de la condición socioeconómica, o bien la respuesta de regulación del estrés
que la pobreza plantea a los padres y niños. La evidencia actual en las áreas
descriptas contribuye a continuar sosteniendo la necesidad de abordar el estudio de la salud mental teniendo
en cuenta el contexto
socioeconómico de las personas. Las políticas públicas de salud mental se
vuelven fundamentales para generar una agenda con objetivos de interés social a
largo plazo orientados a solucionar las problemáticas relacionadas con la
pobreza. Es importante integrar a la discusión y al diseño de acciones las
estrategias básicas planteadas por la OMS en el marco
de los determinantes sociales de la salud.