HONGOS E INCIDENCIA NATURAL DE MICOTOXINAS EN ALIMENTOS DESTINADOS A DIFERENTES ESTADIOS DE CRECIMIENTO DE CERDOS EN LA ZONA CENTRO-ESTE DE ARGENTINA.

PEREYRA C M; ; CAVAGLIERI L R; ; CHIACCHIERA S M; ; DALCERO A C

Santa Fe. Argentina

Congreso; XI Congreso Argentino de Micologìa; 2008

Introducción. El consumo de alimento balanceado destinado a la producción porcina contaminado con micotoxinas provoca disminución del consumo y de la ganancia de peso, disminución del índice de conversión de alimento e incremento de la mortalidad y morbilidad de los animales de granja, con una significativa reducción de los niveles de producción y calidad de los productos. Objetivo. Analizar la micoflora e incidencia de aflatoxina B1, ocratoxina A, fumonisina B1 y zearalenona en alimentos balanceados destinados a cerdos. Materiales y métodos. Se obtuvieron 80 muestras de un criadero ubicado en la zona centro-este de Argentina con capacidad para 3600 cerdas. Se tomaron 3 Kg de alimento (cachorras no preñadas, preñadas, lactantes, lechones, recría, desarrollo y terminador). El aislamiento de hongos se realizó a través del método de diseminación en superficie en los medios de cultivo diclorán rosa de bengala cloranfenicol y diclorán glicerol 18%. Las cepas de los géneros Aspergillus, Fusarium y Penicillium fueron identificadas a nivel de especie. Se determinaron AFB1 y ZEA por cromatografía en capa delgada; FB1 y OTA por cromatografía de alta precisión. Resultados. Los recuentos fúngicos variaron en un rango entre 1 x 104 y 4.3 x 105. Los géneros más frecuentes fueron Fusarium (100%), Penicillium (97,5%), Aspergillus (95,8%),y levaduras (95,4%). Las especies de mayor prevalencia fueron F. verticillioides (80%), P. funiculosum (28,4%), P. waksmani (22,7%), A. flavus (51,8%) seguidos por A. niger (28,3%) y A. candidus (16,7%). El 47,5 % de las cepas de A. niger aisladas fueron productoras de OTA en niveles que variaron entre 1,28 y 3,5 ng/g. El 24,3% de cepas de A. flavus fueron capaces de producir AFB1 en niveles de 15,6 ng/g. El 80% de las muestras de alimento destinado a cachorras presentaba AFB1 por encima de los límites permitidos. Sólo en el alimento destinado a no preñadas presentó niveles detectables de OTA (0,259 ng/g). Todos los alimentos resultaron contaminados con FB1 con niveles que variaron entre 108,94 y 468,72 ng/g. Se detectó ZEA en el 50% de los alimentos con una frecuencia del 100% de las muestras con un nivel medio de 197,6 ng/g. Conclusión. Los resultados de este trabajo indican la necesidad de controlar la calidad higiénica de cada alimento para evitar el consumo crónico de toxinas desde la lactancia hasta la faena, preservar la salud del animal y la potencial transferencia a productos de consumo humano.