Formación del profesorado: estilos de enseñanza y habilidades emocionales.

LAUDADÍO, MARÍA JULIETA; MAZZITELLI, CLAUDIA ALEJANDRA

BUENOS AIRES

Congreso; I Congreso Internacional sobre Educación del Carácter en Latinoamérica: Retos y Oportunidades; 2018

Universidad de Navarra

El desarrollo de la habilidades emocionales y sociales es clave para el logro del éxito académico y, también para el desarrollo integral de los docentes. El profesor, con su conducta emocionalmente competente y su estilo de enseñanza, se convierte en facilitador o inhibidor del aprendizaje y motivación de los alumnos. De esta manera puede estimularlos a asumir la responsabilidad por sus éxitos y fracasos. Asimismo, cuando los alumnos perciben este apoyo socioafectivo, preocupación y cuidado de sus docentes, se motivan, comprometen e implican en las actividades académicas, asumiendo con responsabilidad las metas académicas (Ivcevic & Brackett, 2014; Látalová & Pilárik, 2015). Por tal motivo, el integrar en la formación inicial del docente estrategias para desarrollar y fortalecer las competencias emocionales favorecerá en el alumnado relaciones interpersonales edificantes, que contribuirán en el rendimiento académico. Atendiendo a esto el objetivo del presente trabajo es identificar la vinculación entre los estilos de enseñanza y las habilidades emocionales en los futuros docentes. Para evaluar el estilo de enseñanza se utilizó el Cuestionario de Evaluación de la Metodología Docente y Evaluativa de los Profesores Universitarios (Gargallo López, Suárez Rodríguez, Garfella Esteban, & Fernández March, 2011). Por otra parte, las habilidades emocionales fueron evaluadas mediante el cuestionario Trait Meta Mood Scale (TMMS) de Salovey, Mayer, Goldman, Turvey, & Palfai (1995). Para el análisis de los datos se utilizaron ANOVAs. En los resultados de este estudio se encontraron diferencias significativas en las habilidades emocionales con respecto a los estilos de enseñanza. Los futuros docentes que poseen un estilo centrado en el aprendizaje poseen un mayor desarrollo de las habilidades de atención y reparación. Por el contrario, no se hallaron diferencias significativas en relación a la claridad en la identificación de las emociones en función de los estilos de enseñanza.