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Trabajos anteriores muestran que la variabilidad intraestacional es un modulador importante de las olas de calor en el sur de Sudamérica. Esta influencia está relacionada en la mayoría de los casos persistentes, con la Zona de Convergencia del Atlántico Sur (SACZ) activa. Trabajos previos muestran también que la variabilidad intraestacional en esa región asociada con la SACZ, presenta actividad en dos bandas temporales dominantes, una de períodos más largos, entre 30-60 días, relacionada con la oscilación de Madden-Julian (MJO) y otra de períodos más cortos entre 10-30 días, cuya fuente no está clara todavía.Una ola de calor persistente ocurrió en diciembre de 2013 afectando al centro-norte de Argentina y Uruguay. El estudio de la dinámica asociada muestra que la ola se inició durante un evento de SACZ activa y finalizó durante un período de SACZ inhibida. El desarrollo de una anomalía anticiclónica en el centro de Argentina en los primeros días de la ola promovió subsidencia adiabática y persistencia de cielos claros favoreciendo el calentamiento diabático. En los últimos días la circulación favoreció el viento norte intenso en capas bajas incrementando la temperatura y la humedad en la región. Las anomalías de circulación regional se asociaron con trenes de onda en el Pacífico Sur, proceso dinámico en acuerdo con trabajos anteriores. El análisis de la actividad del patrón principal de variabilidad intraestacional en Sudamérica (descripto a partir de datos filtrados de radiación de onda larga saliente) describe correctamente las características secas y calientes del período de la ola de calor, lo que confirma el papel que la variabilidad intraestacional tuvo en este evento. Asimismo, se especula que la variabilidad intraestacional de periodos 10-30 días tuvo un papel predominante en modular las anomalías de circulación regional y de gran escala con un rol secundario e indirecto de la variabilidad intraestacional de períodos más largos asociada con la MJO.