INVESTIGADORES
DOGI Cecilia Ana
capítulos de libros
Título:
Bacterias comensales y probióticas: su influencia sobre el sistema inmune de mucosa intestinal
Autor/es:
CECILIA ANA DOGI; ALEJANDRA DE MORENO DE LEBLANC; CAROLINA MALDONADO GALDEANO; GABRIELA PERDIGÓN
Libro:
Probióticos y Salud
Editorial:
Díaz-Santos
Referencias:
Lugar: Madrid; Año: 2012; p. 61 - 84
Resumen:
El tracto gastrointestinal es un ecosistema complejo, formado por tres principales componentes en contacto permanente y con interacciones complejas: células del huésped, las bacterias intestinales y los nutrientes. La ecología intestinal resulta de un equilibrio dinámico entre todos esos componentes, el cual es remodelado por las bacterias que ingresan con la dieta, entre ellas, las bacterias probióticas.Para que un microorganismo sea considerado probiótico, el mismo debe ser cuidadosamente ensayado, cumpliendo con una serie de criterios que aseguren la inocuidad y la eficacia de su propósito. Uno de los criterios que aún se debate es el origen de la cepa candidata, ya que algunos autores argumentan que la adhesión de una bacteria a las superficies mucosas es especie-específica; sin embargo, los resultados encontrados hasta el momento son contradictorios. La respuesta inmune de mucosa frente a bacterias patógenas ha sido ampliamente estudiada, sin embargo, la influencia de bacterias no patógenas sobre el sistema inmune, al presente no está bien examinada. Especialmente cómo éste reconoce y responde diferencialmente frente a bacterias no patógenas de la microbiota comensal y frente aquellas con actividad probiótica. Usando como modelo experimental a ratones BALB/c demostramos que: La especificidad de especie no es condición sine qua non para la inducción de una respuesta inmune, siendo la dosis requerida para este efecto, la misma para bacterias huésped-específicas (homólogas) y aquellas no huésped-específicas (heterólogas). La producción de IgA a nivel de la mucosa intestinal no es propiedad exclusiva de las bacterias probióticas, ya que todas las cepas ensayadas, tanto Gram(+) como Gram(-), incrementaron el número de células IgA+ en lámina propia, con un perfil similar al observado para la bacteria probiótica. La principal diferencia observada entre la cepa probiótica y el resto de las bacterias estudiadas, se manifestó a través del incremento en el número de células productoras de IFN y la quimoquina MIP-1 en lámina propia, como también a través de la producción de IL-6 por las células epiteliales intestinales. La propiedad probiótica no está relacionada al epitope mayoritario de bacterias Gram(+), el LTA. La bacteria probiótica L. casei CRL 431 mostró un efecto inmunoregulador cuando se la administró en períodos tempranos de la vida. Dicho efecto fue coincidente con un incremento de bifidobacterias.