INVESTIGADORES
GARCIA Matias
capítulos de libros
Título:
Inicios, consolidación y diferenciación de la horticultura platense
Autor/es:
GARCÍA MATÍAS
Libro:
Globalización y agricultura periurbana en la Argentina. Escenarios, recorridos y problemas
Editorial:
FLACSO
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2010; p. 73 - 90
Resumen:
Las pequeñas quintas alrededor de las ciudades fueron la primera manifestación de la horticultura en la Argentina. Con  la profundización del capitalismo y el crecimiento del mercado interno a lo largo del siglo XX, se fueron dando una serie de relocalizaciones de las explotaciones, conformando el Cinturón Verde Bonaerense (CVB) que rodea a la Ciudad de Buenos Aires y su conglomerado, abasteciéndolo de verduras frescas. La ciudad de La Plata, capital de la Provincia  de Buenos Aires, posee una zona hortícola inserta en su periurbano que, creciendo para abastecer a la ciudad, se convierte en la región más importante del CVB y una de las más relevantes de la provincia. El presente trabajo tiene por objeto indagar acerca de los motivos por los cuales La Plata es hoy día la región hortícola más importante de Buenos Aires y de la Argentina. Los  resultados muestran que las causas se puede rastrear en su historia, diferenciándose tres fases: Inicios, Consolidación y Diferenciación. En los inicios sobresalen la estricta planificación de las formas de ocupación del espacio y la influencia de la inmigración italiana con experiencia en trabajos agrícolas. La segunda fase comienza con la explosiva y desordenada urbanización del conurbano bonaerense, motorizada por una importante migración rural-urbana a mediados del siglo pasado, la que genera un desplazamiento y desaparición de quintas hortícolas. Este fenómeno no afectó a La Plata  directamente a la vez que consolidó a su sector hortícola al conjugarse, en el ahora urbanizado conurbano, tanto la merma en la producción hortícola como el incremento en la demanda por el crecimiento demográfico. La diferenciación del sector hortícola platense, tercer y última fase, se logra en la década del ´90 a través de la fuerte incorporación de la tecnología del invernáculo, que posibilita mayores rendimientos, seguridad de cosecha, calidad y la posibilidad de competir en forma más eficaz ante las zonas con producciones extraregión que traen hortalizas en contra-estación.