CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES

Viento, dile a la lluvia

Investigadores del Consejo establecen un pronóstico climático para el próximo trimestre. El fenómeno conocido como “El Niño” traería precipitaciones para toda la región.


Cierto día, hacia los finales del 1800, casi para la época de Navidad, unos pescadores peruanos se encontraban en el mar haciendo sus tareas habituales cuando ocurrió algo un tanto desconcertante: notaron que había una corriente de agua cálida dónde antes había agua fría que se desplazaba de norte a sur, paralela a la costa sudamericana, provocando ciertas alteraciones en la fauna marina, que acabaron por afectar la producción pesquera. Este fenómeno fue bautizado por ellos como “El Niño” dada la proximidad a lo que según la religión católica es la “llegada del niño Dios”.

Muchos años después la presencia del fenómeno sigue ahuyentando a los peces acostumbrados a aguas de bajas temperaturas y provocando cambios en el clima. Por ello, y por los eventos que esto puede desencadenar, es que el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA, CONICET-UBA), dentro de las colaboraciones que realiza con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se encuentra realizando pronósticos específicamente sobre lo que se conoce como la Cuenca del Plata (Sur de Brasil, Paraguay, Uruguay, y el Este y Noreste de Argentina). Estos cálculos son realizados conjuntamente por Carolina Vera, investigadora principal del Consejo en el CIMA , y los becarios doctorales Marisol Osman y Mariano Álvarez para establecer cuáles serán las condiciones climáticas para esta región en los tres meses venideros.

Según los cálculos realizados por los investigadores “para el trimestre noviembre-diciembre- enero 2015-16 todo indicaría que en la región existen chances altas de que llueva más de lo que comúnmente se espera: en la zona sur de Paraguay hay un 55 por ciento de probabilidades de que llueva por arriba de lo normal y en el norte del mismo país un 35 por ciento ; para la zona sur del Paraná y Uruguay la probabilidad es de 65 por ciento, en el caso de la zona norte de la provincia de Buenos Aires de un 55 por ciento; y para la zona norte del Paraná es de un 45 por ciento”, detalla Vera.

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Las investigaciones acerca de este fenómeno climático comenzaron hace más de cien años cuando los científicos del mundo detectaron determinadas variaciones de presión en la atmósfera entre el pacifico central y el norte de Australia. “Se comparó la presión de Tahití y de Darwin y se vio que oscilaban: había años que la presión bajaba en Tahití, subía en Darwin y viceversa. En simultáneo otros científicos notaron cambios pero en los océanos. Finalmente, alrededor de los sesenta se descubrió que ambas modificaciones formaban parte de un mismo fenómeno”, asegura Vera.

El Niño – explican los investigadores- es un fenómeno natural que se origina en el Pacífico donde la atmósfera y el océano interactúan. “Cuando esto ocurre hay un calentamiento anormal de las aguas superficiales en varios grados que funciona como una suerte de hornalla que calienta el aire, desencadenando tormentas y variaciones de la presión atmosférica del Pacifico ecuatorial- entre Australia y Perú, a lo largo del Ecuador- que afecta además a las regiones más al sur”, comenta Álvarez. “Esto a su vez modifica la trayectoria y la intensidad de los ciclones y anticiclones que son los que hacen que llueva acá, y modifican, además, la temperatura”, agrega Osman.

 

Los datos del pronóstico ¿de dónde salen?

Antes que nada hay que saber que un pronóstico es ante todo eso: un pronóstico. Es decir, un enunciado de lo que es probable que ocurra a futuro y por eso una posibilidad que no siempre se concreta. Para poder llegar a establecerlo los investigadores se basan en informes que se relevan desde los grandes centros globales quienes establecen estas chances para un trimestre específico. “Lo que nosotros hacemos en colectar toda esta evidencia a la cual se le suman los datos que se desprenden de análisis históricos de Niños pasados y se la combina para tratar de entrever que pasará con las precipitaciones y con la temperatura de los próximos meses en nuestra región”, detalla Osman.

Cada uno de nosotros – agrega Álvarez- “analiza por separado la evidencia y realiza su propio pronostico para luego comparar las tres visiones y asignarles un nivel de confianza que depende de cuánto coincidan entre sí. De esta manera no sólo entregamos un marco de probabilidades sino también la confianza que tenemos de que esas chancees ocurran”, destaca.

Este tipo de información acerca de las diferentes regiones que conforman la Cuenca del Plata es sumamente importante ya que allí se encuentran contenidos los ríos Paraná y Uruguay que históricamente en Niños pueden estar asociados a inundaciones.

Los tres coinciden en que la naturaleza caótica de la atmósfera les pone difícil la tarea de establecer certezas. De hecho fue Edward Lorenz- matemático y meteorólogo estadounidense; pionero en el desarrollo de la teoría del caos- quien se preocupó por el comportamiento de la atmósfera y determinó que alteraciones mínimas en los valores de las variables iniciales resultaban en soluciones ampliamente divergentes. En otras palabras: el aleteo de una mariposa puede cambiar el curso de la historia.

Por Jimena Naser