CICLO DE ENTREVISTAS CONICET

“Todavía siento la curiosidad que nos mueve a los investigadores”

El científico Carlos Rapela fue galardonado con el Premio Houssay a la Trayectoria por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.


Como todos los años el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación dio a conocer a los científicos galardonados con el Premio Houssay, dirigido a menores de 45 años, el Premio Houssay a la Trayectoria, para mayores de 45, y el Jorge Sábato, para aquellos que se destacaron en transferencias y desarrollos tecnológicos.

Entre los científicos reconocidos por su trayectoria se encuentra Carlos Washington Rapela, investigador superior del CONICET y director del Centro de Investigaciones Geológicas (CIG, CONICET – UNLP), en el área Ciencias de la Tierra, del Agua y de la Atmósfera – Astronomía por su estudio geoquímico de rocas ígneas y sus aportes al conocimiento de la evolución geológica sudamericana.

En esta entrevista, Rapela destaca el significado del reconocimiento y cuenta las cosas que lo motivan a seguir en la actividad científica.

 

¿Qué significado tiene para usted el Premio Houssay a la Trayectoria?

Este galardón se encuentra entre los más alto que otorga el Estado argentino. Me siento gratificado porque esta distinción surge de la evaluación de mis pares, expertos del país y del exterior cuya apreciación tiene un grado muy importante de objetividad. Asimismo, me pone muy feliz porque el área en el que fui reconocido trabajan muchos investigadores de jerarquía internacional, lo que hace que me sienta orgulloso por haberlo obtenido.

 

¿En qué momento de su carrera científica lo encuentra el reconocimiento?

Es un período de vuelta a las bases. Luego de mi gestión como director del Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata, donde estuve dos ciclos, he regresado a la dirección del CIG, del que fui uno de los investigadores fundadores. Me toca una etapa muy importante, con las expectativas por la nueva sede que se encuentra en construcción en un predio de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en la zona del Bosque Este de la ciudad. Creo que mi deber con los jóvenes y todos aquellos con los que planeamos esta institución es darles un lugar de trabajo adecuado, como los que uno ha visto en otras partes del mundo, para que ellos puedan desarrollar sus potencialidades en un ambiente óptimo.

 

¿En qué se encuentra trabajando en materia de investigación?

Mi etapa de gestión está terminando. Ahora me queda ser soldado raso, otra vez ser investigador y dedicarme a la ciencia en los últimos años que me quedan en actividad. Nunca abandoné la investigación pero las responsabilidades hicieron que no pudiera practicarla con la asiduidad con la que lo hacía antes. Ahora estoy retomando eso y los jóvenes me requieren como nunca, lo que me hace muy bien. Vuelvo a hacer lo que fue mi vocación de toda la vida, lo cual es algo que espero con alegría.

 

¿Qué lo sigue motivando para dedicarse a la ciencia?

Ahora voy a poder volver al terreno, ya no en travesías a lomo de mula, pero sí estar de nuevo en la montaña. Lo más gratificante de mi actividad es estar en contacto pleno con la naturaleza, con lugares del país donde hay vistas, paisajes y gente con poco contacto con la civilización. Y pasar de eso a estar en laboratorios ultra sofisticados donde procesamos las muestras obtenidas. Esas dos actividades contrastantes hacen que los estudios sean muy atrayentes,lejos de cualquier rutina. Poder explicar cómo se forman o deshacen los continentes, cómo se constituyó el planeta en determinadas etapas de su vida. Eso es lo que me interesa, me motiva y mantiene curioso. Todavía siento la curiosidad que nos mueve a los investigadores

 

¿Qué expectativas le genera la futura sede del CIG?

Venimos funcionando en una casa que nos cedió la UNLP hace muchos años. Estaremos siempre agradecidos por eso, pero no deja de ser un lugar que no fue construido para los fines con los que se usa. La nueva sede nos permitirá tener laboratorios a tono con las investigaciones que queremos hacer y ampliar las líneas de trabajo del CIG. Será realmente lo que pensamos al momento de su creación, es decir, constituir un real centro de investigación geológica, donde se podrán asociar colegas que encontrarán aquí un lugar para desarrollar sus proyectos y convertir a la institución en un referente a nivel nacional, latinoamericano e internacional. Es la gran oportunidad para crecer en calidad y cantidad.

 

¿Qué balance puede hacer de la situación actual de la ciencia en Argentina?

En los últimos diez años se le ha dado al ámbito científico más impulso que nunca. La ciencia es fundamental para el crecimiento de un país y estamos hasta ahora en una etapa con pendiente positiva, lo cual es extraordinariamente bueno, aunque siempre quedan cosas por resolver.

Carlos Rapela es investigador superior del CONICET, Profesor Emérito de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y director del Centro de Investigaciones Geológicas (CIG, CONICET – UNLP). Es Académico Titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Académico Correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias y Miembro Honorario de la Sociedad Geológica de Londres. Fue director del Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata durante los períodos 2009-2011 y 2011-2013.

  • Por Marcelo Martín Gisande. CCT La Plata.