DÍA MUNDIAL DEL URBANISMO

Repensar el urbanismo en clave feminista

La investigadora del CONICET Natalia Czytajlo reflexiona sobre la necesidad de desarrollar ciudades con equidad de género y describe proyectos que lidera con equipos interdisciplinarios que han sido distinguidos a nivel regional por contribuir a reducir el acoso callejero en diferentes espacios públicos.


Ir al centro de la ciudad, disfrutar de una plaza, caminar de noche, salir de la casa y dirigirse al trabajo, a las instituciones educativas o a otros destinos. Todos estos trayectos, que suelen efectuarse de manera cotidiana, no son realizados con las mismas condiciones por quienes habitan las ciudades.

De acuerdo a ONU Hábitat, un tercio de la población mundial vive en las urbes y en Argentina, casi el 96 por ciento de la población. No obstante, el modo de habitarlas es desigual. Los recorridos y las maneras de transitar la vida cotidiana dependen en gran medida de categorías como género, clase, edad y de los equipamientos sociales, recursos, acceso a servicios y otros factores que inciden en dicho habitar.

En el marco del Día Mundial del Urbanismo, celebrado desde 1949 a partir de la iniciativa del ingeniero argentino Carlos Maria della Paolera, la arquitecta, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del CONICET Natalia Czytajlo invita a repensar las ciudades en clave feminista.

“El urbanismo se define como un conjunto de prácticas que básicamente tiene tres dimensiones: interpretativa, científica y prospectiva. Las referencias al urbanismo feminista son más recientes y se vinculan a un urbanismo centrado en las personas, en sus diversidades, pero que parte de reconocer a las desigualdades de género como desigualdades de poder que se expresan en los territorios y las ciudades y también en los mecanismos establecidos de intervención”, destaca Czytajlo, también integrante del Instituto de Planeamiento y Desarrollo Urbano (IPDU) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

Czytajlo señala que la ciudad y el urbanismo surgen y se consolidan en función de la lógica productiva, asociada a los procesos de industrialización y funcionalismo, vinculada a una tradicional división sexual del trabajo. Y agrega: “La materialización de la ciudad en función del traslado de la casa al trabajo, en general de un sujeto masculino y productivo, se extiende desde inicios del siglo XX. La concentración de comercios y actividades siguen la lógica de aglomeración, una lógica económica y de mercado”.

Existen violencias urbanas y obstáculos que restringen los derechos de las mujeres y del colectivo LGBTIQ+. Según Czytajlo, tales violencias no son solo materiales, sino también simbólicas. “No todas las personas usan el espacio de igual manera. Diversos estudios dan cuenta de que las mujeres no se mueven igual, la mayoría se mueve a pie y en transporte público y generalmente con personas a cargo o en función de actividades de cuidados. También la percepción de seguridad es diferente, las mujeres junto a otras corporalidades que no encajan en los cánones establecidos son quienes alteran cotidianamente sus recorridos”, sostiene la investigadora, que coordina el Laboratorio Género y Urbanismo (espacio de experimentación temática del Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales) en la FAU de la UNT.

Además, subraya que las ciudades están nombradas en masculino, lo cual se expresa en las denominaciones de las calles y en las referencias simbólicas. No obstante, afirma que las resistencias y apropiaciones de las mujeres en el espacio público posibilitan ciertas transformaciones.

Las experiencias de urbanismo feminista en las universidades

Czytajlo indica que, a lo largo de la historia, la arquitectura, el urbanismo y las disciplinas en general se desarrollaron a partir de la omisión de las referencias y voces de mujeres. De esta manera, se naturalizaron y reprodujeron las desigualdades de género en el ámbito científico y universitario. En ese sentido, la investigadora propone revisar las características de los espacios universitarios, prácticas pedagógicas y la bibliografía utilizada.

Junto a otras colegas del país, Czytajlo forma parte de la línea de investigación “Urbanismo, Arquitecturas y Diseño Feministas” en la que, en articulación con proyectos financiados por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico (Agencia I+D+i) y la Innovación y CONICET, sistematizan iniciativas y experiencias en distintos ámbitos sobre las disciplinas proyectuales en clave feminista. La doctora en Ciencias Sociales señala que “en las universidades y espacios disciplinares existen múltiples iniciativas orientadas a visibilizar estas omisiones y desigualdades, proyectos, estudios y, más recientemente, asignaturas, cursos y capacitaciones. Córdoba es pionera en espacios en la universidad alojando estas temáticas e impulsos, fuertemente articulada con espacios y organizaciones feministas como el Centro de Intercambios y Servicios Cono Sur Argentina (CISCSA) y la Red Mujer y Hábitat de América Latina y el Caribe”.

En Tucumán, Czytajlo enfatiza que desde el Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales (OFUT), con sede en el IPDU en la FAU de la UNT, y junto a un equipo de trabajo conformado por docentes e investigadoras e investigadores, becarias y becarios desde hace tiempo buscan consolidar estrategias de trabajo y una trayectoria en la temática, en articulación con otros enfoques emergentes en el de la agenda urbana y metropolitana, paisaje, movilidad cotidiana, junto con otras instituciones universitarias, gubernamentales y no gubernamentales. Resalta, en particular, a la Diplomatura en Géneros, Ciudades y Territorios: Herramientas para una agenda pública que se dicta en la FAU en modalidad virtual.

La investigadora hace hincapié en las políticas públicas sobre vivienda, espacio público, movilidad, equipamientos y servicios. Menciona, además, algunas experiencias e indica que, en el último tiempo, los gobiernos locales han internalizado agendas urbanas en las que incorporan temáticas como el acoso callejero, la atención a las violencias y, a raíz de la pandemia, se visibilizan las tareas de cuidados, las cuales, según la Nueva Agenda Urbana, representan, junto al trabajo doméstico, un estimado de 10 por ciento del PIB global. De todas maneras, Czytajlo reconoce que no todas las políticas públicas “están atravesadas por una perspectiva de género y feminista que supone pensar necesariamente en redistribución, no solo de tareas sino de poder”.

Para producir cambios e impulsar un urbanismo feminista, Czytajlo, integrantes de su equipo y colegas trabajan en proyectos interinstitucionales e investigaciones para favorecer la equidad de género y evitar el acoso callejero y otras violencias en espacios públicos urbanos. Por ejemplo, su equipo, con participación de estudiantes desde una Práctica Profesional Asistida, acreditada en la FAU, fue distinguido por la Asociación de Escuelas y Facultades de Arquitectura Públicas de América del Sur (ARQUISUR) en 2022, en Porto Alegre, Brasil, en virtud del trabajo “Red contra el Acoso Callejero: Espacios de resguardo inmediato para víctimas de acoso callejero y trayectos seguros”.

Parte de ese proyecto consistió en la realización de encuestas y cartografías sobre violencias y acoso callejero en el municipio de Tafí Viejo, en la Provincia de Tucumán, para identificar cualidades urbanas presentes en esos espacios públicos, como las planteadas por otras colegas de proximidad y vitalidad que permitieran pensar en espacios de resguardo inmediato (principalmente a partir de involucrar a negocios que pudieran albergar la primera intervención y dar aviso a la guardia urbana) o conformar trayectos más seguros (referidos a condiciones de iluminación, de terrenos o espacios vacantes, de mantenimiento e higiene que pudieran contribuir a la sensación de inseguridad hasta revisar la mixtura de usos y las posibilidades de ver y ser vistos que otorgan los límites de las construcciones privadas en la ciudad). De acuerdo con Czytajlo, principalmente trabajan sobre tres ejes: generación de información, sensibilización y formación de recursos, y propuestas o pautas para intervenciones.

Czytajlo indica que en esa localidad se trabaja en la concreción de cambios para mejorar la equidad de género en espacios urbanos, confluyendo de manera articulada entre proyectos e iniciativas que involucran la academia, autoridades de la municipalidad y diferentes áreas en esta primera etapa la Dirección de Discapacidad, Derechos Humanos y Género de la Secretaría de Promoción Social y Desarrollo Inclusivo, la Red de Mujeres Taficeñas y la Secretaría de Estado de Mujeres, Género y Diversidad del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Provincia de Tucumán.

Asimismo, por este proyecto y otros programas, el municipio de Tafí Viejo fue premiado por la Unión Iberoamericana de Municipalistas por ser pioneros en la implementación de la Red Contra el Acoso Callejero. La distinción se otorgó en la 6° Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género que tuvo lugar entre el 18 y 21 de octubre en Barcelona.  “Respecto a esta experiencia y en línea con diversos antecedentes en América Latina, se ha trabajado en una serie de dispositivos técnicos de co-construcción de información (cartografías, caminatas de reconocimiento, diseño participativo), dispositivos discursivos (perspectiva de género, paisaje y espacio público, comunidades y ciudades cuidadoras) y de diseño y gestión urbana que posibilita su aplicación en otros espacios y ciudades atendiendo a sus particularidades y escalas”, puntualiza la investigadora del CONICET. Y continúa: “A la vez, al estar articulado con la docencia, posibilita la incorporación de estas problemáticas y perspectivas en futuros y futuras profesionales que participan luego en esas áreas, contribuyendo a procesos de construcción crecientes”.

Czytajlo destaca que son muchos los desafíos y transformaciones a implementar para lograr un desarrollo urbano y diseño de ciudades en Argentina (y a nivel global) con perspectiva de género: “En relación a ámbitos de construcción de conocimiento, supone repensar los mecanismos de análisis e interpretación, así como pedagógicos y de socialización. Es un desafío desde la universidad y de los organismos de ciencia desarrollar estrategias con y desde los territorios. También interpela la lógica de construcción de las políticas públicas y el rol del Estado que, como institución también conformada como parte de este engranaje social, debe trabajar cotidianamente para reinstalar y revisar las propias prácticas en pos de la equidad”, concluye la investigadora del CONICET y también docente del Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales de la FAU de la UNT.

Por Sofía Bernat y Bruno Geller