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¿Quiénes son los científicos? Investigadores del CONICET responden a los alumnos del Impenetrable
Después del aluvión de cartas recibidas por una docente chaqueña que compartió en las redes sociales la inquietud de sus estudiantes, llegaron más testimonios de equipos de la región.
El caso de los alumnos de una escuela del Impenetrable que preguntaron a una maestra si todavía existían los científicos sigue generando respuestas. Para que los chicos conozcan quiénes son las personas que hacen ciencia en la región y cómo trabajan, un grupo de investigadores del CONICET Nordeste participó de una serie de videos en las que compartieron sus testimonios.
En pocos minutos, cada uno de los científicos contó dónde realiza sus investigaciones y cómo trabajan para estudiar distintos temas. El material fue enviado a Marina Soledad García, la joven docente que dio a conocer el pedido a través de las redes sociales, y compartido con los estudiantes de Escuela de Educación Secundaria 181 de Villa Río Bermejito.
El investigador principal el CONICET y director del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET – UNNE), Guillermo Seijo, fue uno de los primeros en sumarse a la propuesta. Después de contar cómo nació su vocación por la ciencia durante su infancia, cuando vivía en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, explicó que actualmente trabaja en genética para conocer cuáles son los efectos de la deforestación en determinadas regiones del Chaco.
“Soy científico para intentar comprender cómo funcionan los seres vivos y, de alguna forma, contribuir a mejorar la vida de la gente en este planeta”, dijo en su testimonio.
El paleontólogo Alfredo Zurita, quien se desempeña como investigador independiente del CONICET en el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET – UNNE), también grabó una respuesta para los estudiantes. “Trabajo con los restos de los grandes mamíferos que habitaron la región hace muchos miles de años, incluida la provincia del Chaco”, contó, mientras mostraba algunos de los fósiles que estudia en el laboratorio.
“Descubrí que me gustaba la química cuando un profesor me mandó a rendir la materia en diciembre”, señaló en su testimonio Mario Delfino, becario postdoctoral del CONICET en el Instituto de Química Básica y Aplicada del NEA (IQUIBA-NEA, CONICET –UNNE). El joven científico, que trabaja en el control de calidad de medicamentos, incentivó a los chicos a que escuchen a sus profesores para seguir estudiando y animarse a ser científicos.
Desde el campo de la lingüística, la investigadora asistente del CONICET en el Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI, CONICET – UNNE), Belén Carpio, explicó en qué consiste su trabajo con pueblos originarios de la región. “Describo la gramática de las lenguas tobas: cómo funcionan los sustantivos, los verbos y cómo se forman las palabras”, dijo en el video que grabó para los estudiantes, en el que destacó la importancia de “dar cuenta de la diversidad de lenguas y culturas que hay en nuestra zona”.
“Todos podemos hacer ciencia desde nuestro lugar y acercarnos al conocimiento de a poco”, señaló en su testimonio José Alejandro Valenzuela, que es licenciado en Ciencias Químicas y se desempeña como profesional asistente del CONICET en el Instituto de Modelado e Innovación Tecnológica (IMIT, CONICET – UNNE).