CICLO DE ENTREVISTAS CONICET
“Pocos países de América Latina apoyan la investigación arqueológica como lo hace Argentina”
Gustavo Politis es uno de los científicos reconocidos por el Ministerio de Ciencia con el Premio Houssay a la Trayectoria.
El investigador superior del CONICET Gustavo Politis es uno de los científicos que recibirán este año el Premio Houssay a la Trayectoria de parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. El reconocimiento se basa en el aporte que el experto realizó a las Ciencias Humanas en la generación de nuevos conocimientos sobre las poblaciones originarias de Sudamérica.
La importancia del galardón, la actualidad de la arqueología en el país, y los proyectos que tiene para su futuro son algunos de los temas que aborda en esta entrevista.
¿Qué significado tiene el Premio Houssay para usted?
Siempre viene bien un reconocimiento. Este galardón tiene que ver con la labor individual, pero fundamentalmente con el trabajo de un equipo grande de gente. Suena a lugar común, pero siento de verdad que esto es así. Es el producto de una apuesta muy fuerte que ha hecho el país para el crecimiento del CONICET y las universidades públicas y el fomento de la investigación. Es también una distinción para la arqueología, que se ha transformado en una de las disciplinas más dinámicas de las Ciencias Humanas.
¿Qué importancia tiene la investigación arqueológica en nuestro país?
La arqueología es prestigiosa a nivel local, pero también en otros lugares. Somos en América Latina una de las naciones líderes en el área. Con excepción de Perú y México, donde está muy vinculada al turismo y significa una fuente de recursos importante, en el resto del continente pocos países apoyan tanto esta disciplina como lo hace Argentina. Hay muchos profesionales dedicados no sólo a la investigación arqueológica de base, sino que también llevan a cabo la práctica con un compromiso social más grande. Se trabaja en aspectos como los derechos humanos y el reconocimiento de las comunidades indígenas. Un ejemplo de esto es el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAFF), formado en gran parte por arqueólogos. Esa es una de las caras más visibles, pero menos conocidas de nuestra labor.
¿Siempre tuvieron apoyo por parte del Estado?
No tanto como ahora. Hubo un período corto pero intenso que fue la primera parte del gobierno de Raúl Alfonsín, donde se abrieron universidades nuevas, surgieron varias carreras de arqueología y la disciplina se reactivó mucho. Pero no se pudo sostener por los problemas económicos conocidos. En aquella época nos daban subsidios para adquirir computadoras y cuando las íbamos a comprar ya habían aumentado y no nos alcanzaba. En estos últimos diez años hubo un fuerte apoyo que se vio reflejado en la mejora de los sueldos, cantidad de becas, ingresos a la carrera del investigador y mejoras edilicias, entre otras cosas.
¿A qué temáticas se ha dedicado a lo largo de su carrera?
Mi línea principal de investigación y mis aportes iniciales tienen que ver con la arqueología de la región pampeana y el poblamiento de América. En esa zona hay algunos sitios con evidencias de los primeros pobladores del continente, que datan de unos 14 mil años. También trabajo en aspectos relacionados con la etnoarqueología, es decir el estudio de poblaciones actuales de cazadores recolectores desde una mirada arqueológica tratando de ver qué clave pueden dar estos grupos indígenas para interpretar el material del pasado. Se trata de una subdisciplina relativamente nueva de la que he sido precursor en la región y la he desarrollado en Colombia, Venezuela y Brasil con comunidades actuales. Y por otro lado, investigo el Delta superior del Río Paraná. Allí, junto con el doctor Mariano Bonomo estudiamos sitios de poblaciones que habitaron la zona hace unos 2 mil años atrás.
¿En qué trabaja el INCUAPA?
Es un instituto de doble dependencia entre el CONICET y la Universidad Nacional del Centro que codirijo con el licenciado José Luis Prado. Somos 35 personas, entre investigadores, becarios y personal de apoyo. Tenemos distintas líneas y grupos de investigación focalizados en la región pampeana y el norte de la Patagonia. Buscamos ver la trayectoria histórica de las poblaciones indígenas de la zona desde hace 14 mil años, cuando se registraron los primeros pobladores, hasta hace un siglo y medio atrás. También tenemos profesionales en el campo de la paleontología y dedicados al estudio de los paleoambientes.
¿Qué proyectos tiene para el futuro inmediato?
Antes de fin de año con la doctora María Gutiérrez y el equipo de Olavarría vamos a reabrir el sitio Arroyo Seco 2, un lugar de la región pampeana en el que venimos trabajando hace tiempo y que ha sido el tema de mi último libro, de reciente publicación. Y por otro lado, con Bonomo y mi grupo de La Plata nos iremos en una campaña de unos 15 días a recorrer una zona del Delta de Entre Ríos que todavía no exploramos.
¿Siempre hay cosas por descubrir en Arqueología?
Sin duda. Por dar un ejemplo, en el sitio de Arroyo Seco 2 hemos extraído material de la parte más alta del terreno, pero hay hallazgos muy importantes a un metro de profundidad. Esto quiere decir que en la región pampeana quedan seguramente grandes cantidades de restos cubiertos por sedimento que aún falta descubrir. Debajo del suelo actual hay un riquísimo patrimonio arqueológico. Y no sólo falta mucho por excavar y encontrar sino que incluso lo que ya se ha hallado y está en los depósitos siempre puede ser visto con una mirada distinta. Nosotros por ejemplo estamos datando las colecciones antiguas del Museo de La Plata, que pertenecen a sitios que se estudiaron en 1920 y de las que no se conocía su antigüedad. Ahora sumando la cronología y nuevos análisis se pueden incorporar a una discusión contemporánea.
Gustavo Politis es investigador superior del CONICET y director del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano (INCUAPA, CONICET – UNCEN). Es doctor en Ciencias Naturales y licenciado en Antropología por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde se desempeña como docente en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo.
- Por Marcelo Gisande. CCT La Plata.