INTA-CONICET
Plantas autóctonas para controlar “superbacterias”
Profesionales del CONICET e INTA trabajan en el desarrollo de una alternativa contra las bacterias resistentes que afectan a la producción agropecuaria. Se trata de un producto hecho con flora nativa que complementa el uso de antibióticos.
Investigadores del CONICET e INTA Castelar buscan desarrollar un suplemento dietario para controlar enfermedades entéricas y evitar que se transformen en bacterias resistentes. Se trata de un producto natural realizado con extractos vegetales de plantas autóctonas que permitirá aumentar el peso de los animales: pollos, cerdos y vacas.
La investigadora del Instituto de Patobiología del organismo que participó del desarrollo, Adriana Salvat, detalló que “se trata de una molienda de una planta autóctona cuya actividad biológica representa una alternativa natural al uso de antibióticos pero que también se está estudiando su uso como antifúngico y antiparasitario en animales de producción”.
El producto será una alternativa de bajo costo que permitirá evitar pérdidas de entre el 12 y el 15 por ciento del peso del animal y, además, controlar patologías frecuentes como las enfermedades clostridiales (asociados a los sistemas productivos intensivos donde los animales están contacto permanente con la materia fecal), salmonella, coccidiosis y micotoxinas.
Por su parte, el investigador independiente del CONICET, Mariano Fernández Miyakawa, indicó que hay antibióticos utilizados en las diferentes producciones cuyas reiteradas aplicaciones generan efectos negativos ya que “su uso indiscriminado en bajas dosis permite que se generen bacterias resistentes a los antibióticos y que se traspasen a los patógenos humanos con una fuerte implicancia en la salud humana”.
En esa línea, el nuevo desarrollo permitirá que sólo se ataque a los microorganismos patógenos, sin afectar a las bacterias benéficas para los animales como las ácido-lácticas, y que su uso no provoque resistencia hacia el método utilizado para su control, lo que permitirá “contar con mejores condiciones competitivas para el sector porque para exportar hay cierto control y requerimiento respecto a la presencia de antibióticos en la carne”, señaló Fernández Miyakawa.
Por otra parte, el aditivo alimentario es una herramienta de alto impacto para el sector productivo porque permite “mejorar la salud animal y la calidad de la carne, reducir las importaciones de antibióticos y los efectos negativos de su uso en la salud pública”, dijo el especialista.
Aditivo sustentable
Este estudio se enmarca en una serie de investigaciones de bioprospección de la flora nativa para evaluar diversos extractos de plantas y determinar sus efectos sobre distintos microorganismos como bacterias, hongos y parásitos.
A su vez, la investigación busca favorecer la conservación de las especies nativas y generar un impacto en las comunidades donde crece el recurso (se distribuyen desde el centro hacia el norte del país) para impulsar emprendimientos productivos.
Para Fernández Miyakawa, optimizar el conocimiento sobre estas plantas mejorará el proceso de extracción y estudiar el proceso y el tiempo de producción de las sustancias activas permitirá “determinar qué parte de la planta es la que mejor se puede aprovechar para obtenerlas y, mediante un eficiente proceso industrial, evitaremos su sobreexplotación”, concluyó.
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- Por Revista RIA.
- Sobre investigación.
- Adriana Salvat. INTA.
- Mariano Fernández Miyakawa. Investigador independiente. CICVYA.