CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD
Pequeños pobladores australes
Un equipo de investigación del CENPAT estudia y retrata de manera integral la fauna patagónica de mamíferos terrestres.
Es parte del imaginario social identificar a los animales que habitan la región sur de nuestro país con ballenas, pingüinos y elefantes marinos o con individuos de la meseta como guanacos, zorros, pumas y ovejas. Sin embargo por lo menos 80 especies diferentes de mamíferos terrestres caminan o sobrevuelan la Patagonia y la mitad de ese total no llegan a pesar más de 300 gramos.
Los investigadores del Centro Nacional Patagónico (CENPAT-CONICET), Ulyses Pardiñas y Pablo Teta, junto a Darío Podestá, profesional adjunto, fueron invitados a participar de un proyecto ambicioso: relevar todas las especies de mamíferos que habitan la porción austral del subcontinente.
Si bien no es el primer estudio que describe a los animales de la región sur de Argentina y Chile, este trabajo incluye y menciona a muchos representantes habitualmente ignorados.
“Una gran porción de la fauna de mamíferos terrestres patagónicos está integrada por pequeños animales como ratones y murciélagos que no son conocidos o que se encierran dentro de una categoría amplia. En el imaginario colectivo existen solo una o dos especies de ratones. Queremos dar a conocer la fauna entera y que la gente tenga una idea de todo lo que hay”, afirma Pablo Teta, investigador adjunto del CONICET.
Ulyses Pardiñas es investigador principal del CONICET, dirige el Grupo de Estudio de Mamíferos Australes (GEMA) en el CENPAT y, al igual que Pablo Teta, se especializan en el estudio de los roedores.
“Queremos otorgarle una verdadera dimensión a la diversidad regional. Ponerla en contexto. Lo que estamos haciendo con este trabajo es un inventario de todos los recursos para que la gente, a través de la difusión, se los apropie. El conocimiento nos permite adueñarnos de saberes y tener otra posición frente a la naturaleza”, explica Pardiñas.
A partir de una invitación realizada por el destacado naturalista y conservacionista Juan Carlos Chebez, fallecido en el año 2011, nació el proyecto de reunir toda la información en un libro de divulgación.
“Una editorial especializada le encomendó a Chebez que escriba una obra sobre los mamíferos terrestres y él, generosamente, nos invitó a que lo acompañáramos como autores. Juan Carlos pensaba a los animales como actores vivientes dentro de un ecosistema y como tales, requerían ser cuidados. Su conocimiento orientado al estado de conservación de los mamíferos de la Patagonia, más la parte técnica que aportamos nosotros vinculada a la identificación de las especies, dieron como resultado un libro que resalta, describe y permite observar a través de fotografías de calidad a la totalidad de especies que habitan la región”, comenta Pardiñas.
Para Teta, las obras de divulgación son material habitual de consulta y por eso hay que ser muy cuidadoso a la hora de elaborarlas. “Es importante entender que investigaciones de este tipo son sitios potenciales a los cuales muchas personas y tomadores de decisiones van a ir a buscar información primaria”, asegura.
El libro “Mamíferos Terrestres. Patagonia. Sur de Argentina y Chile” describe de forma detallada 84 especies en lenguaje accesible, con rigor científico y fotografías de calidad. Cuánto pesan, cuál es su área de distribución, su estado de conservación y sus principales características físicas con sólo una parte de la información que se incluye en las 200 páginas.
Las fotos
Darío Podestá participó del proyecto como fotógrafo y para lograr imágenes de calidad tuvo que hacer varias tomas en el laboratorio porque, según cuenta, varios de los animales son muy pequeños y tienen carácter esquivo.
“Es muy difícil conocer sin tener una imagen visual de los animales y no se puede proteger lo que no se conoce. Es ahí que el vehículo gráfico se vuelve una herramienta fundamental. La fotografía en condiciones controladas nos permite documentar ratones, murciélagos o marsupiales que en el campo son muy difíciles de ver porque muchos de ellos tienen hábitos nocturnos”, explica Podestá.
La posibilidad de capturar imágenes de estos animales permite, además, derribar algunos preconceptos.
“Cuando el público observa las fotos de algunas de las especies de ratones hay un redescubrimiento porque son visualmente atractivos y eso trae asombro. Lo que se ve es diferente a lo que se espera ver”, concluye.
- Por Alejandro Cannizzaro. CENPAT-CONICET.