Vinculación Tecnológica - Ciencias Agrarias, de la Ingeniería y de Materiales

Ñulac: un proyecto con alto valor nutricional y social

Se trata de una línea de lácteos probióticos producto de la interacción entre los sectores productivo, científico-tecnológico y el Estado.


Conocida es la trayectoria del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA-CONICET) en programas sociales alimentarios a nivel provincial y nacional. Desde 2008 se distribuye gratuitamente Yogurito en escuelas, un yogur enriquecido con probióticos que ayuda a mejorar la nutrición de más de 200 mil niños tucumanos. Esto es resultado del trabajo de científicos del CERELA y los Ministerios de Desarrollo Social, Educación y Salud tucumanos y la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. En la actualidad este proyecto científico de transferencia tecnológica ya se implementó en otras provincias como Santiago del Estero, San Juan y Entre Ríos.

Como consecuencia de este exitoso programa, la Asociación de Productores de Leche de Tucumán (Aproleche) y empresas privadas, con el apoyo del CERELA y el Gobierno Tucumano lanzará al mercado de esa provincia próximamente la marca “Ñulac” que en principio contará con dos productos que contendrán la misma cepa de bacterias lácticas que Yogurito. Se trata de un yogur bebible en dos presentaciones -160 gramos y un litro- y un queso en barra que se espera sean incluidos en el programa de “Precios Cuidados” propuesto por el Gobierno Nacional para garantizar que su valor sea accesible. Esta iniciativa se enmarca en el Polo Lácteo de Tucumán del que participan los actores mencionados.

“No imaginábamos el alcance que tuvo este proyecto, que arrancó en 2008 con Yogurito. Comprobamos los resultados benéficos de este yogur probiótico en la salud de los niños y ahora gracias a la interacción entre la investigación, el estado y el sector productivo podemos llevar esta iniciativa al mercado comercial manteniendo su carácter social”, agrega Graciela Font, investigadora superior del CONICET y directora del CERELA.

Los probióticos son microorganismos vivos que consumidos en cantidades adecuadas tienen un efecto benéfico en el consumidor. Tal es el caso de los productos “Ñulac” que contarán con la cepa láctica probiótica Lactobacillus rhamnosus CRL 1505.

“Las bacterias lácticas probióticas cumplen un rol fundamental en mejorar la calidad de vida. Los estudios realizados sobre el consumo del probiótico CRL 1505 incluido en alimentos arrojaron resultados alentadores: estimulan el sistema inmune al reforzar las defensas naturales del organismo, disminuyen la incidencia de infecciones respiratorias o intestinales ya que actúan como barrera contra ciertos patógenos”, explica Font.

La investigadora destaca que este desarrollo es el resultado de más de diez años de investigación en CERELA por el equipo de Susana Alvarez, investigadora principal del CONICET. “Estos estudios sumados a otros tecnológicos y de I+D+i nos permitieron encarar un probiótico con espíritu social para lograr extender sus beneficios a gran parte de la población. Este proyecto nos llena de orgullo: nuestro compromiso es socializar la ciencia”, concluye.

  • Por Cecilia Leone