CIT CHUBUT

“Nuestra prioridad es el desarrollo de proyectos que tengan fuerte impacto en el sector productivo”

El doctor Walter Triaca, director del Centro de Investigaciones y Transferencia Chubut, habla sobre el desarrollo del centro, sus líneas de investigación y la importancia de la transferencia.


En consonancia con la política que lleva adelante el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el Centro de Investigaciones y Transferencia (CIT) Chubut desde su creación ha impulsado acciones para generar y transferir conocimiento hacia el sector productivo.

En mayo de 2013, el CONICET y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) crearon el CIT Chubut. El doctor Walter Triaca, director del centro, recuerda que “las actividades se iniciaron formalmente en agosto de ese año con la primera reunión del Consejo Directivo del Centro que es integrado, además del director y el vicedirector, por tres investigadores del Consejo y tres representantes de la universidad”.

Líneas de investigación

En cuanto a las temáticas de investigación el CIT Chubut concentra su actividad en el desarrollo de dos áreas que tienen un interés estratégico tanto a nivel regional como nacional. Son el área de recursos océanicos y el área de energías renovables como la energía eólica y energías marinas (mareomotriz, undimotriz, entre otras).

“En el área de recursos océanicos, considerando que en el Golfo San Jorge se llevan a cabo actividades de carga de petróleo de gran magnitud en buques petroleros para su transporte a destilerías del centro y del norte del país, hay una línea de investigación que trabaja en la evaluación de la contaminación costera y su remediación. Además, realizan estudios sobre las corrientes marinas del golfo”, cuenta Triaca.

Por otra parte, en el Golfo San Jorge existen poblaciones biológicas de interés pesquero, “hay proyectos para el desarrollo de la acuicultura pesquera. También se tratan de fomentar métodos de captura menos agresivos para el bentos marino (organismos que existen en el fondo marino). Además, se estudian poblaciones de algas, moluscos y crustáceos comerciales, de interés en la industria pesquera”, agrega.

Existe otra línea de investigación, la Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC´s), donde hay un grupo de investigación que trabaja en el procesamiento digital de señales de dispositivos microelectrónicos. Esto se utiliza para aplicaciones de sensores remotos para monitoreo ambiental y monitoreo oceanográfico.

“También hay un equipo multidisciplinario que trabaja en investigaciones biotecnológicas que tengan un alto impacto en el sector productivo. Recientemente ese grupo de investigación firmó un convenio con Y-TEC (YPF-Tecnología), empresa creada entre el CONICET e YPF, y la empresa privada Oil, por el cual mediante el desarrollo de bacterias productoras de aceites, tiene como objetivo producir biodiesel a partir de residuos orgánicos industriales”, sostiene Triaca.

En esta área de energías alternativas hay dos grupos de investigación: uno localizado en Comodoro Rivadavia y otro en Río Gallegos que trabajan en el aprovechamiento del recurso eólico, “un recurso muy importante en la zona patagónica”, enfatiza.

“Estos investigadores trabajan en el diseño de rotores eólicos para aerogeneradores de baja y media potencia de hasta 20/30 kw. Estos sistemas son ideales para abastecer de electricidad, transforman la energía cinética del viento en electricidad; son necesarios para pobladores que están ubicados en zonas rurales alejadas, lejos de las redes de alta tensión ya que el tendido de una red de alta tensión involucra un alto costo de capital y además, hay pérdida de energía en la transmisión de esa electricidad”, explica el doctor en Ciencias Químicas.

Complementariamente, estos aerogeneradores son de funcionamiento intermitente ya que funcionan sólo cuando hay viento. Según Triaca “estos grupos de investigación trabajan también en la tecnología del hidrógeno. Esto es importante porque uno puede almacenar energía de la fuente primaria como electricidad, la cual se emplea para electrolizar agua y almacenarla como energía química de hidrógeno, que puede ser transportada”, explica Triaca.

En cuanto a su uso en la vida cotidiana “se puede usar directamente como combustible en motores o se pueden reconvertir en electricidad en unos dispositivos que se llaman celdas de combustible de alta eficiencia que además de producir electricidad también producen calor”, afirma.

Recursos humanos

En cuanto al equipo de científicos del CIT en la actualidad hay un plantel de 19 investigadores, 10 becarios doctorales y un becario postdoctoral. “Nueve de estos investigadores trabajan en Comodoro Rivadavia y en Río Gallegos hay dos grupos de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Santa Cruz, que participan de trabajos de investigación del CIT”, comenta Triaca.

En cuanto a la convocatoria a becas doctorales manifestó que “es interesante porque se presentaron 49 aspirantes de los que se seleccionaron 14 becarios doctorales, que van a desarrollar sus estudios de doctorado en el CIT”, agrega.

“Se consiguió en poco tiempo formar un plantel importante. Lo interesante es que se trata de mucha gente de Comodoro Rivadavia o de Río Gallegos y otros que estudiaron en estas ciudades y están en otros lugares del país. Pero ante esta posibilidad vuelven a Comodoro, lo cual es una oportunidad excelente”, explica el director del centro.

Del laboratorio al medio socio-productivo

El CIT Chubut provee una plataforma desde la cual los investigadores, organismos del Estado y empresas pueden formular proyectos y desarrollarlos. Con respecto a la producción de investigaciones que hayan llegado al sector productivo Triaca comenta “tenemos cultivo de mejillones para las marisquerías; pesca artesanal en San Julián; monitoreo y remediación de derrame de petróleo en Caleta Córdova, Chubut; desarrollo de sensores remotos y boyas para monitoreo oceanográfico y ambiental; captura de dióxido de carbono y utilización de gases para bioproductos que son de interés tecnológico usando bacterias oleaginosas”.

Además, hay un proyecto de desarrollo de intercambiadores eléctricos que sirven para facilitar los procesos de conducción de petróleo en los yacimientos petrolíferos. “Son todos proyectos directos con transferencia, es decir, en el CIT Chubut la actividad de transferencia es muy importante”, sostiene.

Para finalizar, Triaca hace referencia a la importancia de la transferencia al expresar que “uno siempre necesita tener un background de ciencia básica pero no sólo hay que quedarse con eso. Es muy importante consolidar los grupos de investigación para generar masa crítica en investigadores y becarios para después transferir ese conocimiento a la sociedad”.

Centros de Investigaciones y Transferencia

Con la ciencia y tecnología definida desde el año 2003 como una política de Estado clave para el crecimiento del país, el CONICET se ha enfocado en los últimos años fuertemente en dos ejes: la transferencia de conocimientos y la federalización de la ciencia. En esta línea, el sistema científico ha orientado y profundizado gran parte de sus líneas de investigación en los temas que son estratégicos para el desarrollo del país.

Se trata de investigar en problemas y temáticas concretas de impacto regional, con eje en la investigación para el desarrollo y la transferencia de tecnología. De esta forma la comunidad científica busca dar soluciones a dichos temas mejorando la calidad de vida de toda la sociedad.

En este marco, el CONICET ha impulsado, junto a distintas universidades nacionales, un programa de creación de Centros de Investigaciones y Transferencia en diversos puntos del país. Así busca potenciar los desarrollos regionales y promover una distribución territorialmente más equilibrada de los recursos humanos y de las capacidades de investigación a nivel nacional.