INVESTIGADORES
UMAZANO aldo Martin
congresos y reuniones científicas
Título:
Procesos constructivos en planicies de inundación volcaniclásticas: la depositación del Miembro Cerro Castaño durante el Cretácico de Patagonia
Autor/es:
UMAZANO, A.M.; ROSSO, B.C.; PEREZ, M.; MELCHOR, R.N.
Lugar:
Salta
Reunión:
Otro; XII Reunión Argentina de Sedimentología; 2012
Resumen:
En los sistemas fluviales recurrentemente afectados por volcanismo explosivo, una importante proporción de los depósitos de planicie de inundación preservan sustratos piroclásticos primarios o retrabajados (e.g. Smith 1991). Comúnmente, el retrabajo hídrico de dichos sustratos genera diferentes tipos de flujos sedimentarios, pudiendo abarcar todo el continuo entre la depositación grano a grano y la depositación en masa (Smith y Lowe 1991). La presente contribución tiene como objetivo determinar los procesos sedimentarios que construyeron las planicies aluviales de los sistemas fluviales volcaniclásticos registrados en el Miembro Cerro Castaño de la Formación Cerro Barcino (Grupo Chubut sensu Codignotto et al. 1978). La unidad estudiada forma parte del registro Cretácico de la etapa de subsidencia térmica de la Cuenca de Somuncurá-Cañadón Asfalto, Patagonia, Argentina (Figari y Courtade 1993). El Miembro Cerro Castaño suprayace a las piroclastitas aluviales del Miembro Puesto La Paloma (e.g. Allard et al. 2010; Umazano 2010) y subyace a los depósitos volcaniclásticos fluviales del Miembro Las Plumas (Foix et al. 2010). Localmente, la sección superior está truncada por una superficie erosiva sobre la que se disponen basaltos o gravas cenozoicas. El Miembro Cerro Castaño está principalmente compuesto por cuerpos areno-conglomerádicos con geometría canalizada y espesor decimétrico a métrico, los que se presentan interestratificados con depósitos tabulares tobáceos de menor granulometría y mayor potencia. Se estudiaron cuatro localidades en el sector centro-oeste de la provincia de Chubut, que en conjunto definen una transecta con rumbo aproximadamente NNO-SSE: Cerro León (215 m; 43º13’10’’ S, 68º56’43’’ O), Ea. La Payanca (104 m; 43º29’43’’ S, 68º52’31’’ O), Ea. La Madrugada (98 m; 43º35’20’’S, 68º56’32’’O) y Ea. La Juanita (50 m; 43º48’2’’ S, 68º52’15’’O). El aumento de espesor hacia el NNO estaría vinculado con la ubicación de los principales depocentros cretácicos (cf. Cortiñas 1993) y con la discordancia erosiva cenozoica. Se reconocieron dieciocho facies sedimentarias que fueron agrupadas en cinco asociaciones de facies (AF): depósitos piroclásticos de caída (AF1), depósitos de fajas de canales fluviales permanentes (AF2), depósitos de flujos fluviales no confinados (AF3), depósitos lacustres (AF4) y depósitos de flujos de detritos retrabajados (AF5). Cabe destacar que AF1, AF3, AF4 y AF5 constituyen depósitos de planicie de inundación. Como generalidad, puede mencionarse que las secciones estudiadas está constituidas, en orden de abundancia decreciente, por las siguientes asociaciones: AF3, AF4, AF2, AF1 y AF5. En Cerro León y Ea. La Juanita se invierten las proporciones relativas de AF2 y AF4. La AF1 está compuesta por tobas vítreas portadoras de lapilli acrecional, macizas, con laminación paralela horizontal o rasgos pedogénicos; se disponen en cuerpos con estratificación en manto, buena continuidad lateral y base no erosiva. La AF2 incluye cuerpos esencialmente areno-conglomerádicos con estructuras sedimentarias tractivas, tendencia granodecreciente, geometría plano-convexa o acintada y base erosiva irregular o cóncava hacia arriba; es muy rara la participación de pelitas tobáceas laminadas y lateralmente discontinuas. Los datos de paleocorriente sugieren que la dirección de drenaje promedio de los paleocanales de cada localidad fue aproximadamente hacia el E, aunque se detectan importantes variaciones de los datos. Las dimensión promedio de los cuerpos canalizados decrece hacia el SE de la zona de estudio, o sea desde Cerro León a Ea. La Juanita: mientras el espesor varía de 3,17 m a 1,54 m, el ancho real varía de 368 m a 72 m. El análisis arquitectural de los cuerpos de la AF2 sugiere que los ríos fueron esencialmente monocanalizados y con barras adosadas a sus márgenes. Los cuerpos sedimentarios mantiformes, con base plana y localmente erosiva, que constituyen la AF3 están dominados por areniscas tobáceas macizas o con laminación paralela horizontal; ocasionalmente se detectan intercalaciones delgadas de paleosuelos tobáceos y areniscas entrecruzadas. La AF4 se compone mayoritariamente de pelitas tobáceas laminadas, macizas o con óndulas asimétricas dispuestas en cuerpos con geometría tabular o acintada y base no erosiva. Por último, la AF5 está constituida por conglomerados matriz-sostén, mal seleccionados, macizos o con gradación directa sutil dispuestos en cuerpos mantiformes o plano-convexos con base localmente erosiva; en algunos sectores estos cuerpos tienen el techo erosionado por areniscas tobáceas entrecruzadas o laminadas. Considerando las relaciones y distribución de las asociaciones de facies se interpreta que el Miembro Cerro Castaño de la Formación Cerro Barcino fue depositado en un ambiente fluvial, con fajas de canales permanentes y planicies de inundación en las cuales aconteció un frecuente retrabajo de depósitos piroclásticos a partir de flujos de no confinados y sedimentación lacustre somera. En menor cuantía, las planicies de inundación también fueron construidas por preservación de sustratos piroclásticos primarios. Es relevante destacar que la Formación Castillo y el miembro inferior de la Formación Bajo Barreal, quienes registran un paleoambiente similar en los afloramientos del Grupo Chubut en el ámbito de la Cuenca San Jorge, también construyeron sus planicies aluviales por procesos semejantes (e.g. Umazano et al. 2008; Paredes et al. 2011).