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Dentro de los materiales utilizados en arte colonial, los compuestos orgánicos, es decir, aquéllos obtenidos a partir de organismos vivos, tales como plantas, árboles, mamíferos, peces o insectos son los más difíciles de estudiar, ya que generalmente están compuestos por mezclas complejas de productos naturales. Estas sustancias presentan a menudo sitios reactivos en sus estructuras químicas que los hacen sensibles a la luz, la humedad y la temperatura. Estas reacciones conducen a la formación de productos de degradación que aumentan la complejidad de las mezclas. Ejemplos de estas sustancias son los aceites secantes utilizados en la pintura al óleo o los colorantes orgánicos como el ácido carmínico aislado de la hembra del insecto denominado cochinilla, y el índigo, pigmento azul obtenido de plantas del género Indigofera. Una mención especial debe hacerse a los pigmentos negros de origen orgánico, los cuales tienen orígenes distintos dependiendo de la fuente y el procedimiento de manufactura. La caracterización precisa de los materiales orgánicos en una obra de arte requiere generalmente de la toma de una micromuestra para su análisis posterior por técnicas espectroscópicas (Raman y espectroscopía infrarroja) y cromatográficas combinadas con espectrometría de masa. Nuestros estudios han contribuido a la identificación de numerosos pigmentos y aglutinantes de origen orgánico en pinturas de caballete, esculturas policromadas de madera y piedra y en pintura mural de origen colonial. En esta ponencia se discutirán los resultados de estos análisis y los criterios aplicados en la selección de las técnicas instrumentales utilizadas para la identificación de los materiales orgánicos

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