INVESTIGADORES
FERNANDEZ sandra Rita
capítulos de libros
Título:
La evolución económica rosarina durante el desarrollo agroexportado
Autor/es:
VIDELA OSCAR Y FERNÁNDEZ, SANDRA
Libro:
HISTORIA DE ROSARIO, Tomo I, FALCON, Ricardo y STANLEY, Miriam (dir.);
Editorial:
Homo Sapiens
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2001; p. 55 - 109
Resumen:
Desde los años finales del rosismo Rosario, poco más que una aldea para los parámetros actuales, pero no tanto para los de los contemporáneos, iniciaba un desarrollo económico, que si bien sufrió sobresaltos importantes, no se detuvo a lo largo de casi un siglo. Usufructuando las ventajas naturales que poseía, ubicación y puerto "natural", y no pocas que surgían de las coyunturas del proceso de constitución del Estado nacional como los derechos diferenciales, el ser puerto de la Confederación, el proyecto colonizador, la guerra del Paraguay, etc., Rosario se consolidó entonces como una de las economías urbanas más dinámicas de la Argentina. El eje de ese desarrollo se sustentaba, sin lugar a dudas, en una actividad comercial intensa y en continua expansión. La definitiva formación de una estructura urbana, la ciudad misma, era una constatación del proceso de constitución del mercado nacional a partir del proceso que articulaba en éste a los mercados regionales con el poderoso influjo del mercado mundial. El intercambio mercantil cada vez más equivalente y la extensión de la circulación de mercancías hacían de Rosario un punto insoslayable como polo comercial entre las provincias interiores y las pampeanas desde su mismo origen luego fundamental también para las acrecidas colonias que empezaron a poblar el campo santafesino. Punto de flexión entre un mercado interno que se gesta durante ese proceso y el mercado mundial, Rosario fue presentada, y lo sigue siendo, como paradigma del modelo agroexportador. En el transcurso de poco más de una generación la ciudad se constituyó como tal, su crecimiento se observaba en el impresionante aumento de su población y de la planta urbana, pero también en ferrocarriles, puerto, infraestructura urbana y por supuesto en los "negocios", comerciales, financieros, inmobiliarios (tanto urbano como rural) y finalmente manufacturero e industrial. La “Chicago argentina” va adquirir entonces ese mote, que la parangonaba con aquella otra ciudad en un juego de identificación que tenía como centro la producción y comercialización del cereal. Ciudad comercial en plena pampa gringa, su evolución económica durante la mayor parte de estos años estará atada a los vaivenes de la producción cerealera y por lo tanto a las vicisitudes de una división internacional del trabajo que ubicaba a la fértil llanura sobre la que se asentaba como privilegiada proveedora de materias primas que abastecían a los ávidos mercados europeos. Así las reestructuraciones que se produjeron en el mercado internacional, particularmente durante las segunda y tercera década de este siglo, supusieron algunos cambios y reorientaciones en su evolución económica como la extensión de la estructura manufacturera y un significativo desarrollo industrial. Sin embargo fuertes continuidades siguieron signando su economía, sin dudas la mayor de ellas era el peso del mercado cerealero. Con la definitiva crisis del modelo agroexportador en 1929/30 y en los prolegómenos de la primera quiebra de nuestro sistema republicano, toda una serie de procesos: concentración de la propiedad territorial, debilidad estructural al interior del mercado mundial, precariedades tecnológicas tanto en la producción como en la circulación y financiamiento del mercado de cereales, etc.; se agudizaron y evidenciaron en la ciudad, desencadenando a partir de allí nuevas orientaciones económicas que marcarán a Rosario de ahí en más. Las páginas que siguen intentan entonces dar una visión del pasado rosarino que por una parte, matice aquella vieja percepción de una ciudad nacida “desde la nada” donde los antecedentes no cuentan para la explicación, y por otra parte, pondere en su justa medida las condiciones “externas” del crecimiento económico, prestando la necesaria atención tanto a las condiciones de un mercado interno en construcción, como a las particularidades del mercado urbano.