Distribución del valor conservativo de mamíferos terrestres en Península Valdés, sus amenazas y priorización de toma de decisiones en conservación

NABTE, M.J.; MONJEAU, J.A.; SABA, S.L.; CARRERA, M.; UDRIZAR SAUTHIER, D. E.

Luján

Jornada; XXV Reunión Argentina de Ecología; 2012

ASAE

La Península Valdés es famosa por su patrimonio faunístico de mamíferos costeros y marinos. Si bien su distinción mundial está justificada, ésta no derrama un ?efecto paraguas? sobre los mamíferos terrestres, que ocupan el 98% del área. En este sector la gestión de conservación es débil o inexistente, salvo unas pocas excepciones debidas a iniciativas privadas de conservación. Basados en aproximaciones anteriores, hemos desarrollado el ?valor conservativo específico? como un indicador de prioridad para la conservación. La suma de los valores conservativos de cada especie presente en una parcela determina el valor conservativo de dicha parcela. Utilizando un sistema de información geográfica, hemos caracterizado cuantitativamente la distribución del valor para la conservación de mamíferos totalizando 430 parcelas. Hemos desarrollado indicadores de presión o amenaza sobre/contra los objetivos de conservación en cada una de las parcelas. Mediante operaciones de álgebra de mapas hemos vinculado el valor de conservación con el valor de amenazas tomando como premisa que la vulnerabilidad de cada parcela aumenta con el aumento de ambos valores. La prioridad de conservación aumenta con el aumento de vulnerabilidad. Los resultados muestran un mapa semaforizado de distribución del valor conservativo y otro mapa de prioridades para la conservación. Se presenta a su vez un modelo de tablero de comando del área protegida para las variables analizadas, en donde puede jugarse con las variables que determinan vulnerabilidad obteniendo distintos resultados finales. Este modelo ofrece varias ventajas para la gestión de conservación: 1) lleva los conflictos a un plano racional, cuantificable y geo-referenciado, 2) ofrece una clara elucidación de la causa y localización de los problemas; 3) muestra de un solo vistazo el estado de conservación del área protegida; 4) permite medir y comparar en el tiempo la eficacia de la gestión del área protegida para mitigar el riesgo de extinción de especies.