INVESTIGADORES
LOMBARDI olimpia Iris
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Qué puede ofrecer la filosofía a la química?
Autor/es:
OLIMPIA LOMBARDI; MARTÍN LABARCA
Lugar:
San Pablo
Reunión:
Congreso; XIV Reuniao da Rede de Intercambios para História e Epistemologia das Ciencias Químicas e Biológicas; 2004
Institución organizadora:
Centro Simón Mathias de Estudios en Historia de la Ciencia
Resumen:
En la actualidad, la filosofía de la ciencia se ha diversificado y ramificado en diversas disciplinas dedicadas a analizar los problemas filosóficos de las ciencias especiales: en la bibliografía contemporánea encontramos filosofía de la física, de la biología, de la matemática, etc. Sin embargo, la filosofía de la química se encuentra generalmente ausente en esa lista. En efecto, no sólo existen muy pocas revistas especializadas en los problemas filosóficos derivados de dicha disciplina científica [1], sino que los filósofos de la química suelen aún ser confinados a las secciones correspondientes a la filosofía de las ciencias físicas en los encuentros académicos. Esta situación es particularmente sorprendente a la luz de la extensa historia de la química como disciplina científica y su posición relevante en el contexto actual de las ciencias naturales. ¿Por qué, entonces, la química ha sido en gran medida ignorada por los filósofos de la ciencia? Puede resultar sorprendente que sólo a mediados de la década pasada la filosofía de la química comenzara a despertar interés como subdisciplina dentro de la filosofía de la ciencia contemporánea. Las razones de tal retraso se justifican sobre la base de los siguientes factores, estrechamente relacionados entre sí: (i) la adopción de un realismo ingenuo de corte externalista, según el cual existe una única ontología que constituye el objeto de nuestro conocimiento, y (ii) en consecuencia, el supuesto de que la química puede ser reducida a la física fundamental, tesis que se ha convertido en lugar común entre los físicos y los filósofos de la ciencia. Este supuesto encuentra su mejor expresión en el famoso dictum de Paul Dirac [2]: “Las leyes físicas fundamentales necesarias para la teoría matemática de una gran parte de la física y la totalidad de la química [son] completamente conocidas desde la mecánica cuántica”. De ser válida esta afirmación, los problemas filosóficos de la química, cuando son considerados en profundidad, pertenecen en realidad al ámbito de la filosofía de la física. De este modo, la química es considerada una ciencia “secundaria”, meramente fenomenológica y, por tanto, de un prestigio inferior al de la física, la cual ocuparía el lugar más alto en la jerarquía de las ciencias naturales. A esta situación se agrega la percepción social de la química en la actualidad: la relación existente entre la industria química moderna y los problemas ambientales actuales, sumado a una campaña anti-científica (especialmente anti-química) en los medios de comunicación, afectan sensiblemente la imagen de la química en la sociedad [3]. En síntesis, la tradición Dirac / mecánica cuántica y realismo metafísico por un lado, y el desprestigio social de la química por otro, han impedido a la filosofía de la química emerger como un campo de investigación de igual derecho y jerarquía que la filosofía de la física y de la biología.