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En general, el análisis de los mecanismos de aprendizaje requiere de enfoques que permitan un abordaje simple a problemas de difícil exploración y análisis, dada la complejidad de los procesos cognitivos y de los sustratos nerviosos relacionados. Una estrategia que ha demostrado ser ampliamente exitosa es el estudio de los mecanismos de aprendizaje a través de un abordaje comparativo-evolutivo del comportamiento. En el mismo, se correlaciona tanto la filogenia como la ontogenia del comportamiento con la organización del sistema nervioso. El estudio de los circuitos implicados en la regulación de conductas particulares ha sido la clave para descubrir los mecanismos básicos de las mismas, abriendo la posibilidad de intervenciones terapéuticas a partir de este conocimiento. El cerebro de grupos filogenéticamente antiguos (como peces y anfibios) no presenta neocorteza, teniendo una organización más simple que la observada en mamíferos. Así, estos modelos no convencionales brindan la posibilidad única de encontrar mecanismos básicos de una amplia variedad de comportamientos sin una fuerte modulación cortical. Este simposio incluirá dos procedimientos específicos con anfibios (aprendizaje espacial y condicionamiento aversivo) que hemos desarrollado en nuestro laboratorio para estudiar distintos aspectos del aprendizaje, tanto apetitivo como aversivo, y sus bases neurales. Globalmente, el estudio del modelo de los anfibios está empezando a dar claves acerca de los mecanismos básicos de estas conductas aprendidas, las cuales frecuentemente constituyen caracteres muy conservados a lo largo de la evolución.