CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Las hormonas esteroides ejercen múltiples efectos sobre el cerebro, modulando la expresión genética de neuropéptidos, factores de crecimiento y neurotransmisores. Asimismo, regulan la neurogénesis, el comportamiento, aprendizaje y memoria. Existe una perfecta correlación entre estructura y función, ya que los esteroides sexuales (estrógenos, progesterona y testosterona) además de ejercer acciones sobre la reproducción, resultan ser neuroprotectores en casos de injuria, isquemia y envejecimiento. Los esteroides adrenocorticales regulan la homeostasis a nivel central, pero en concentraciones elevadas producen neurotoxicidad. Los estrógenos regulan positivamente la neurogénesis (procesos que en el cerebro adulto se asocian a la memoria y aprendizaje) por mecanismos genómicos y posiblemente no genómicos, ya que un estrógeno no feminizante (J861) modula positivamente la diferenciación neuronal del hipocampo de ratones en envejecimiento. La hiperfunción del sistema adrenocortical del envejecimiento o diabetes mellitus conduce al déficit de la neurogénesis, lo cual puede revertirse por tratamiento con un anti-glucocorticoide o por tratamiento estrogénico. Otra enfermedad asociada al envejecimiento cerebral es la hipertensión arterial, que cursa con hiperfunción del receptor de mineralocorticoides y reducción de la neurogénesis. En forma similar al envejecimiento y diabetes, los estrógenos revierten la neurotoxicidad mineralocorticoide. Estos resultados sugieren que la protección estrogénica resulta de utilidad para contrarrestar las alteraciones del hipocampo asociadas a diversas neuropatologías experimentales