IBYME   02675
INSTITUTO DE BIOLOGIA Y MEDICINA EXPERIMENTAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Nocicepción y Dolor Crónico: de la anatomía a los mecanismos. ¿Cómo los estudiamos en el laboratorio de investigación básica?
Autor/es:
M.F. CORONEL
Reunión:
Simposio; III Curso Multidisciplinario de Actualización en Dolor; 2014
Institución organizadora:
Sociedad Argentina de Medicina
Resumen:
Esta charla se centrará en los procesos de detección, transmisión e integración de la información dolorosa que ocurren tanto en condiciones fisiológicas (nocicepción), como en  situaciones de dolor crónico. Se mencionarán también las herramientas con las que cuenta el laboratorio de investigación básica para estudiar los mecanismos de dolor y evaluar nuevas estrategias terapéuticas. La nocicepción es el proceso neuronal mediante el que se detectan y codifican los estímulos potencialmente dañinos para los tejidos. Implica la percepción de estímulos nocivos de diferente índole (mecánicos, térmicos, químicos) y sus características (intensidad, duración, localización). Las neuronas afrentes primarias son las encargadas de detectar dichos estímulos nocivos y convertir la información mecánica, térmica o química en corrientes iónicas, generado potenciales de acción que se propagan hacia el asta dorsal de la médula espinal y de allí a centros superiores como el tálamo, el sistema límbico y la corteza somatosensorial. De este modo, la experiencia de dolor es el producto final de una intrincada red de procesamiento de información que integra señales sensitivas con aspectos afectivos, emocionales y cognitivos. El dolor nociceptivo constituye un importante mecanismo fisiológico de protección que advierte sobre la posible existencia de un daño tisular y que activa respuestas tendientes a evitarlo. Por el contrario, el dolor neuropático es un dolor crónico que constituye una entidad patológica en si mismo. Es causado por lesiones o enfermedades del sistema somatosensorial como injurias traumáticas (de médula espinal, de nervios periféricos) o lesiones de origen infeccioso (neuralgia post-herpética, neuropatía asociada al VIH), metabólico (neuropatía diabética), oncológico (compresión, infiltración), entre otras. Estas injurias del sistema nervioso periférico o central inducen cambios en la transmisión normal del impulso doloroso y generan hiperexcitabilidad de las neuronas aferentes primarias y /o de las neuronas del asta dorsal, con el desarrollo de dolor crónico. El dolor neuropático genera gran sufrimiento en los individuos que lo padecen causando un deterioro progresivo de su salud general y calidad de vida. A pesar de los múltiples avances recientes, el dolor crónico sigue siendo refractario a los tratamientos farmacológicos disponibles, lo que motiva la necesidad de estudios de investigación básica dirigidos a entender los mecanismos involucrados, con el fin de orientar el diseño de nuevas estrategias terapéuticas.