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La historia de la administración de facto de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur dista de ser sencilla y homogénea, además de accesible. Dada su lógica colonial, las raíces de dicho gobierno no se circunscriben solamente a su radio de influencia en las islas del Atlántico Sur, sino que también hay que analizar a las islas británicas. Y comprender su política. Es que una historia de la política británica en el Atlántico Sur ─así como antes, en el Río de la Plata─ ha de ser necesariamente transatlántica. Entre otros puntos, hay que poder profundizar las formas en que se complementan las nociones de distancia y cercanía. Por caso, regiones tan distantes de Londres como las islas Malvinas son al mismo tiempo acercadas a través de una batería de políticas en los campos político, militar, comercial y cultural. Pero hay algo que está cambiando en la forma que dicha política comprende el mapa y los actores. Sucede que, al mismo tiempo, ocurren mecanismos de distanciamiento estratégico: el gobierno colonial radicado en Port Stanley está tomando cada vez mayor autonomía, al menos aparente, en ámbitos como los relativos a la política pesquera y minera. Este giro, que en realidad empezó luego de la guerra en 1982, ha tomado en los últimos años una profundización que vale la pena remarcar. Así es que aquí nos ocuparemos particularmente de la política cultural que dicha administración está llevando adelante en el Cono Sur americano. Tanto en Argentina, como en Chile y Uruguay, empezaron a aparecer distintos dispositivos de política cultural que el gobierno de facto de Malvinas lleva adelante. Además de analizar los casos con algún detalle, haremos una breve historización de elementos presentes con anterioridad a la guerra, al tiempo que llamaremos la atención sobre un flanco débil de la actual política exterior argentina. Se trata, precisamente, de una política cultural que construya en el Cono Sur una contrahegemonía que pueda hacer frente a la cambiante geopolítica británica que aspira a fortalecer en la región un sentido común amistoso para con su administración del Atlántico Sur.

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