"¡Ocupado!" El interés compartido por carnívoros y humanos en los abrigos rocosos, y su relevancia arqueológica, tafonómica y paleoecológica.

MARIANA MONDINI

Boletín de la Comisión de Estudio y Conservación de Carnívoros, Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (CEyCC-SAREM)

Grupo de Ecología Comportamental de Mamíferos, Universidad Nacional de Sur

Lugar: Bahía Blanca; Año: 2000 p. 7 - 9

El registro arqueológico está formado no sólo por humanos sino también por otros múltiples agentes y procesos. En el caso de los abrigos rocosos, el hecho de que constituyen refugios naturales condiciona una serie de procesos relacionados con su utilización por distintos animales. Uno de estos procesos, de particular importancia, es la alternancia ocupacional entre carnívoros y humanos. La acción de los carnívoros que más atención ha recibido de los arqueólogos es la modificación y destrucción de huesos, que suele afectar a aquellos acumulados por humanos. Pero hay otro aspecto igualmente importante: la acumulación activa de restos faunísticos en los mismos loci que los humanos. Esto se vuelve especialmente relevante en los abrigos rocosos, ya que éstos constituyen los destinos finales de trayectorias de transporte de alimento tanto para los humanos como para los carnívoros. Por ello sus ocupaciones suelen alternarse en un mismo abrigo, potencialmente generando una superposición o incluso mezcla de los respectivos registros fósiles. Sin embargo, esto no implica una cuestión meramente negativa para la  arqueología, ya que constituye una de las vías que podemos utilizar para comprender cómo era el mundo en el  pasado. Entre otras cosas, nos permite preguntarnos sobre la evolución de la relación entre carnívoros y humanos a lo largo del tiempo, algo que, teniendo en cuenta que otros registros del Cuaternario son aún poco conocidos, representa una oportunidad única. Un enfoque interdisciplinario es una de las vías más productivas para abordar este tipo de problemas.