INVESTIGADORES
MINARDI Adriana Elizabeth
congresos y reuniones científicas
Título:
La pregunta por el cuerpo político
Autor/es:
MINARDI ADRIANA E
Reunión:
Congreso; III Jornadas Internacionales ?Cuerpo y violencia en la literatura y las artes visuales contemporáneas; 2019
Resumen:
La tragedia clásica griega ya había definido el término crisis [krino: separar, distinguir, oponer, juzgar] como un evento determinante que suspende o pone en tensión determinadas creencias. Asociado al espacio de la ciudad, como vemos en Esquilo, la crisis se extiende también al sentimiento nacional en el que la lengua es su elemento clave . Es ese código que pone en tensión el paradigma autoritario de los dioses, el que utiliza la ficción como componente político. Asociado a un ?malestar?, Freud entendió la ?crisis? como una inestabilidad en el universo de los hábitos. Esa inestabilidad, producto también de la presencia de la ilusión ?religiosa?, define un modo presente del estado. En su condensación económica y jurídica, el estado preconiza la nación como homogénea e indivisible (Freud, 1922, 1927 [1985]), eleva un imaginario unitario de lo ?social? a la vez que dispone la concepción unívoca de la ideología. La perturbación, antesala del tótem y tabú freudianos y de la crisis producto del estado social, tal como lo estudiara Emile Durkheim (1894 [2004]), que asume el término se asocia inevitablemente a la temporalidad, a la espacialidad y a la subjetividad, conceptos que en algún punto terminan acercándose a los usos que se hacen de la memoria histórica como lugar, depósito o territorio. En ese sentido, nos preguntamos: ¿Por qué o cómo articular la(s) memoria(s) histórica(s) con la noción de crisis? Porque, para el caso específico de la novela española bajo la transición este concepto está imbricado en la noción de resistencia desde el cuerpo. El cuerpo de la resistencia es un cuerpo político excesivo, desbordado, hiperbólico. De esta manera, se aborda en términos de ruptura, crítica y tensión respecto de los paradigmas de autoridad que interponen la lengua, las instituciones, los géneros y los territorios, simbólicos o geográficos, en los que las narrativas ficcionales, en un sentido amplio, poseen estructuras que operan como lógicas de sentido, vía de entrada posible para pensar las formas de crítica al régimen franquista y a su cuerpo jurídico, en el que el espacio de la no-ley instituye el cuerpo del delito, que construye sujetos hiperbolizados, en tensión con los paradigmas de autoridad del orden jurídico franquista.