INVESTIGADORES
MINARDI Adriana Elizabeth
capítulos de libros
Título:
Manuel Azaña y Juan Benet: memoria, escritura, retórica política. Derroteros críticos de la paradoja hispánica, por Adriana Minardi
Autor/es:
MINARDI ADRIANA E.
Libro:
La escritura íntima de Manuel Azaña. Recorridos críticos.
Editorial:
Eudeba
Referencias:
Año: 2013; p. 117 - 142
Resumen:
Como señala José Ma. Marco (1988), la llamada ?paradoja hispánica? aparece esbozada por primera vez en El problema español, de 1911. Como resorte argumentativo perseguía fines útiles a la construcción del pensamiento conservador con los fines de evitar la ?racionalización del espacio político? (193). Como precedente de la teoría de las Dos Españas, la paradoja hispánica pone en evidencia cierta glorificación del pasado frente un presente en ruinas. Tres son los momentos que Azaña caracteriza: en principio, el de la reconstrucción del movimiento regeneracionista que hace de la decepción y la decadencia un motivo de negación de la racionalidad en el campo político. El segundo movimiento tiene un factor a recuperar y es el de una figura pivote: al igual que Benet, el personaje histórico que se rescata es Miguel de Unamuno, pues la axiología está demarcada por el foco en la universalización de la cuestión del Hombre, segunda consecuencia de la paradoja. Por último, la idea del discurso oficial de España y su historia que postula una serie de arquetipos sobre ?lo español?. Ambos autores que tomamos en este ensayo mantienen como imperativo (ético) que la mitología que se construye discursivamente debe ser desmontada. Así, la providencia, la decadencia y la fijación de arquetipos hacen inviable un proceso de racionalización del campo político que, desde Azaña a Benet, apuntará a un necesario desmontaje de la paradoja. Para destruir el dispositivo argumentativo de estas operaciones, Azaña propone una revisión crítica de la Historia de España, mediante una respuesta paródica y la investigación de lo imaginario a través de las manifestaciones de ?lo español?. Llamará ?fantasma congelado? a la españolidad y se apoyará en el concepto de ?intrahistoria? unamuniano, con el que precisa que lo verdaderamente español es el afán por durar, puesto que el carácter solo se manifiesta en la historia. Paradójicamente, esta concepción materialista del análisis se conjuga con la puesta en acto de una intimidad: al igual que Benet, la idea de un ?intelectual sin generación? (Ferrer Solá, 1991) motiva el proyecto narrativo que permanece en constante relación dialéctica con los procesos argumentativos. No es casual que ambos intelectuales hayan elegido la figura del Quijote como emblema de la praxis política. ?Cervantes y la invención del Quijote? fue el título de una conferencia que Azaña dictó en 1930: ?Al expresarse, expresa a España, resume en sí, ordena y estiliza lo que anda disperso en el íntimo de la gente común (...) Cervantes alarga hasta lo infinito la distancia entre el deseo y su logro, en esta zona política; su sensibilidad es como la de su pueblo?.