Conflictos en torno a la construcción de las represas en el río Santa Cruz

RODRIGUEZ, MARIELA EVA

Córdoba

Congreso; XX Congreso Nacional De Arqueología Argentina; 2019

Universidad Nacional de Córdoba

La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), cuyo objetivo es desarrollar infraestructura de transporte, energía y comunicaciones, surgió en Brasilia en el 2000, involucra a doce países de la región y a más de quinientos proyectos vinculados al neoextractivismo. Quienes se niegan a entregar sus territorios deben lidiar con las burocracias judiciales y, en ocasiones, la amalgama Estado-empresas aplaca la resistencia mediante desplazamientos forzados y represiones de las fuerzas de seguridad. Detrás de la destrucción y el despojo territorial las agencias patrimoniales van "poniendo en valor" los fragmentos y creando museos de sitio para abstractas futuras generaciones de ciudadanos.Entre dichos proyectos se encuentra la construcción de dos represas en el río Santa Cruz; un río de origen glaciario que nace en la cordillera y desemboca en el océano Atlántico. El comienzo de las obras en año 2015 despertó denuncias y cuestionamientos, entre las que se encuentra una acción de amparo presentada en el 2017 por una comunidad mapuche-tehuelche contra tres actores sociales: el Estado provincial, el Estado nacional y la Unión Transitoria de Empresas (UTE), que lleva adelante la construcción de las represas y que está conformada en su mayor parte por capitales estatales de China. Si bien el epicentro es la violación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -por falta de implementación de la consulta, previa, libre e informada- la presentación judicial expone preocupaciones de los indígenas en relación con la destrucción del paisaje, el patrimonio y los enterratorios, así como también sobre los desequilibrios cosmológicos que acarrea la construcción de las represas, dado que afectan las relaciones entre seres humanos y no humanos, incluidos entre ellos el río mismo. El amparo habilitó una serie de mesas de diálogo a las que fueron convocadas catorce comunidades indígenas.En este trabajo analizaré las tensiones presentes en un campo de interlocución particular, en el que comunidades tehuelches, mapuches y mapuche-tehuelches, instituciones del Estado nacional y provincial, empresas estatales y privadas nacionales e internacionales, organizaciones ambientalistas de la sociedad civil, abogados y académicos no solo disputan sentidos y prácticas desde marcos conceptuales e interpretativos diferentes, sino también desde distintas cosmovisiones y cosmologías. En otras palabras, no se trata solo de un conflicto epistemológico entre distintos saberes o sistemas de conocimiento, sino también de un conflicto "ontológico político" en el que la ontología moderna niega la existencia de otras ontologías, o bien se impone sobre ellas descalificándolas como creencias sin fundamento. La disputa se juega en diversos terrenos, entre los cuales se destaca el binomio patrimonio-museo; campo de acción de la "arqueología multicultural".