INVESTIGADORES
MATOSSIAN Brenda
congresos y reuniones científicas
Título:
Prácticas sociales en la construcción cotidiana de las fronteras. Una propuesta para su abordaje
Autor/es:
PORCARO TANIA; MATOSSIAN BRENDA; SALIZZI ESTEBAN HERNÁN; GHILARDI MATÍAS
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XVIII ENCUENTRO DE GEOGRAFÍAS DE AMÉRICA LATINA - EGAL VIII CONGRESO NACIONAL DE GEOGRAFÍA DE UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA; 2021
Institución organizadora:
Red de Geografía de Universidades Públicas Argentinas
Resumen:
Frontera es un concepto clave de las ciencias sociales. Como señalan Arriaga Rodríguez (2012) y Ferrari (2014), las primeras sistematizaciones académicas generadas desde la historia y la geografía son hoy criticadas por sus supuestos organicistas (frontera como epidermis) o sus sesgos ideológicos (frontera como proceso civilizatorio). Desde la década de 1980, numerosos geógrafos han revisitado esta categoría, buscando reinsertarla en el campo de las ciencias sociales. Entre los principales exponentes de esta tarea puede reconocerse a Raffestin (1986), Foucher (1988), Newman y Paasi (1998), en el ámbito europeo, así como Osório Machado (2000) en el sudamericano. Junto con los aportes de otras disciplinas, la pluralidad de miradas desplegadas en torno a las fronteras hacia finales del siglo XX tuvo un correlato directo en la multiplicación de las perspectivas de estudio disponibles. Progresivamente, aunque de manera despareja, la categoría comenzó a utilizarse también para pensar las relaciones entre colectivos sociales de diferente tipo y sus diversas construcciones territoriales. Además de los márgenes nacionales, se indagaron los bordes urbanos y rururbanos y las fronteras agrarias y productivas. Más allá de las diferencias entre estos tres contextos, ciertas relaciones y prácticas fronterizas pueden dar cuenta de aspectos comunes que trascienden lo particular. Esta ponencia se enmarca en el interés por el estudio de las formas en que diferentes actores sociales construyen fronteras, Entendemos que las fronteras condensan procesos estructurales de larga data. Sin embargo, la investigación que nos proponemos apunta a lo coyuntural, al accionar cotidiano. Nos interesa detenernos en las prácticas del día a día que van cimentando los sentidos, configuraciones, formas y funciones de las fronteras. Esto supone mirar a las fronteras desde los lugares, en sitios específicos, en ámbitos singulares, pero como partes de una totalidad (considerando las múltiples escalas espaciales que articulan). Frente a eso, nos preguntamos: ¿Qué tienen en común las experiencias cotidianas de cruce en lugares de frontera de diferente naturaleza? ¿Qué percepción tienen las personas sobre esas fronteras? ¿Cómo se manifiesta la cotidianeidad en la construcción de dichas fronteras, en el hacer día a día? ¿Qué incidencia tienen las prácticas sociales cotidianas en los procesos de larga duración en los que se enmarcan o producen las fronteras? El objetivo general es analizar las prácticas sociales que participan cotidianamente en la construcción de diversas fronteras multiescalares en la Argentina. En particular, esta ponencia busca identificar y describir la relación entre prácticas sociales, cotidianeidad y construcción de fronteras en lugares ubicados en las colindancias entre países, en barrios populares de las periferias urbanas y en zonas de avance del capitalismo productivo, considerando las vinculaciones y continuidades entre ellos. Nos proponemos poner el acento en los lugares y las prácticas cotidianas, mediante las cuales las personas están constantemente construyendo, desafiando y transformando a las fronteras. Se propone un estudio exploratorio de las relaciones entre prácticas sociales, cotidianeidad y construcción de fronteras, a partir de las reflexiones teóricas que se han producido recientemente en torno a los diferentes tipos de frontera, con énfasis en los aportes de las geografías latinoamericanas. La particularidad de la propuesta reside en la atención otorgada a las escalas acotadas (tanto espaciales como temporales), cambiando el prisma a través del cual se ha abordado tradicionalmente la temática.Proponemos que son las otras fronteras (recuperando la idea de otras geografías de la obra compilada por Nogué y Romero, 2000) –esas que no solo se limitan a las colindancias de los estados nacionales y que fueron estudiadas por las geografías hegemónicas–, las que más inciden en las relaciones sociales, en el día a día de las personas de una nación (inclusive de quienes viven sobre los límites internacionales). Partimos del supuesto que coexisten ‒en formas superpuestas, articuladas de manera conflictiva o solidaria‒ infinidad de fronteras, de la misma forma que territorios y expresiones culturales. Manejamos la hipótesis que en la definición de las fronteras, las clásicas y las otras, se conjugan elementos materiales y simbólicos comunes que permiten ponerlas en perspectiva, más allá de sus calificativos (externas, urbanas, internas, nacionales, interétnicas). Cotidianamente, las personas activan, transgreden, resisten y desafían una pluralidad de fronteras, incluyendo las micro-fronteras individuales, aquellas que se marcan entre los cuerpos (Lindón, 2011), y las fronteras colectivas, entre grupos sociales en espacios acotados de barrios o sectores de ciudades. También, se ponen en tensión las que se establecen entre espacios más amplios, como las definidas por la expansión territorial vinculada al modelo productivo extractivista. Finalmente, diversas políticas socioeconómicas afectan la calidad de vida y conllevan una producción novedosa del espacio cotidiano impuesto por formas de desposesión que están en la base de la exclusión, la segregación y el arrinconamiento de diferentes colectivos sociales y, por lo tanto, en la constitución de sus respectivas fronteras. Buscamos problematizar la relevancia de esas múltiples fronteras en las experiencias cotidianas de las personas: las movilidades diarias de la mayor parte de la población se realizan a través de varios municipios, o de un barrio al otro, o de las periferias urbanas al centro de la ciudad, o de un vecindario al otro atravesando diversas barreras urbanísticas, o bien el cruce a un país vecino, como algo cotidiano. En cada sitio, simultáneamente, las personas conviven con diferentes espacialidades, con diferentes formas de experimentar o vivir el espacio (Lindón, 2007) y, por lo tanto, con las fronterizaciones que surgen de ellas. La experiencia o vivencia de estas diferentes espacialidades y sus fronteras siempre es posible abordarlas a la escala de los individuos, de sus cuerpos y de sus subjetividades (Lindón, 2006). Sin embargo, se trata de experiencias e imaginarios inmersos en tramas socioculturales atravesadas por relaciones que expresan conflictividades, imposiciones, transgresiones y cooperaciones de la sociedad en su conjunto. La existencia del conflicto en las fronteras está expresada en las capacidades diferenciales para la transposición o la transición entre los espacios de lo público y de lo privado, entre ambientes sustentables y contaminados, entre paisajes de la riqueza y de la pobreza. En todas estas escalas, las fronteras no se establecen de una vez y para siempre, sino que se reproducen diariamente, a través de las prácticas cotidianas, materiales y simbólicas, en una dinámica constante que puede llevar al conflicto o a la solidaridad, a la cooperación o a la indiferencia.