Efecto del manejo de los cultivos en siembra directa sobre la actividad enzimática en el suelo

GABBARINI L; FRENE JP; WALL LG

Mar del Plata

Congreso; II Congreso Nacional de Ecología y Biología de Suelos (CONEBIOS 2); 2011

El suelo es rico en proteínas enzimáticas que catalizan numerosas reacciones involucradas en transferencia de energía y en el ciclo de los nutrientes, lo cual hace a la fertilidad del suelo y en definitiva a la productividad de los cultivos. Numerosos autores han sugerido que las actividades enzimáticas del suelo son una muy buena alternativa para utilizar como indicadores de calidad de suelo. Algunos de los fundamentos para la sugerencia son: i) la influencia que tienen los manejos agrícolas sobre la actividad microbiana, por ejemplo con agregados de nutrientes y, con la cantidad y calidad de residuos vegetales que se incorporan al suelo; ii) el efecto que tienen los diferentes tipos de labranza sobre las propiedades fisicoquímicas del suelo y especialmente la distribución espacial en el perfil del suelo de varias de las enzimas presentes; iii) el efecto del tipo de cultivo sobre las actividades enzimáticas del suelo y iv) es relativamente simple y rápido medir la actividad de un gran número de enzimas. Este trabajo se enmarca en el proyecto BIOSPAS (www.biospas.org) que busca analizar las variaciones en la biología del suelo en siembra directa bajo diferentes manejos. Se definieron tres tratamientos de uso del suelo de acuerdo a la productividad sustentable según los registros de los agricultores: 1) Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), gestión con rotación intensiva de cultivos, reposición racional de nutrientes y manejo integral de plagas, lo cual genera altos rendimientos de cultivo; 2) Malas Prácticas Agrícolas (MPA), gestión con tendencia al monocultivo sin reposición de nutrientes, con menores rendimientos de cultivo; 3) Ambiente Natural (AN) como referencia del sitio. Los bloques de los tratamientos se repitieron en cuatro sitios con documentada historia de gestión agrícola en siembra directa, a través de una transecta oeste-este en la zona núcleo del país, ubicados en las cercanías de las localidades de Bengolea (Córdoba), Monte Buey (Córdoba), Pergamino (Buenos Aires) y Viale (Entre Ríos). Cada muestra consistió en un compuesto de 16-20 submuestras de suelo tomada a una profundidad de 0-10 cm en un area de aproximadamente 5 m2, tomadas por triplicado en cada lote, a intervalos de al menos 50 metros distribuidos en el mismo evitando seguir la línea de siembra. Las muestras se conservaron refrigeradas desde la extracción hasta la llegada al laboratorio, donde luego se tamizaron por malla de 2mm y se conservaron a 4ºC hasta su análisis. Aquí se presentan resultados de las muestras obtenidas en junio de 2009 y en febrero de 2010. Nuestra hipótesis de trabajo fue considerar que las actividades enzimáticas, junto con los parámetros cinéticos pueden diferenciar a los tres tratamientos y ser indicadores de calidad de suelo. Se medió actividad de dos enzimas ampliamente estudiadas como son la fosfatasa ácida y alcalina observando para todos los sitios y en los dos muestreos (2009 y 2010) que la actividad de las dos enzimas disminuyó de AN a BP y de BP a MP. Tanto la medición de actividad de la enzima fosfatasa ácida como de fosfatasa alcalina mostraron ser dos buenos indicadores de calidad para los sitios y tratamientos elegidos. Las enzimas mencionadas diferencian entre suelos cultivados y no cultivados, además dentro de los suelos cultivados diferencian entre los que fueron considerados como BP y MP.