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En el año 2005 tomamos contacto con un grupo de personas que impulsaban la conformación de una cooperativa destinada al reciclado de residuos sólidos urbanos en La Matanza. En aquel momento se encontraban formulando una experiencia piloto de recolección diferenciada en la localidad de Aldo Bonzi con apoyos de organismos gubernamentales del Municipio y la Provincia de Buenos Aires así como ongs internacionales. En este marco, y como parte de un equipo de investigación mayor con sede en CEIL-PIETTE de CONICET, iniciamos un estudio etnográfico que combinó una metodología clásica con la realización de talleres que recuperaban la perspectiva de la educación popular. En estos últimos nuestra tarea estaba centrada en dinamizar un proceso de reflexión conjunta sobre la práctica organizativa a nivel del colectivo. Esta tarea fue incluyendo de manera creciente la participación en instancias de negociación, la definición de políticas, la elaboración de proyectos, la gestión de fondos y el diseño de actividades de difusión. Como resultado de este modo de vinculación dejamos de ser presentados como los muchachos del CONICET para ocupar el rol de equipo técnico de la cooperativa. En este proceso fuimos evidenciando las limitaciones que presentaban las categorías desde las que se interpelaba a estos emprendimientos -cooperativa, estado, economía social, ongs-; a los modos de vinculación entre ellos -cooptación, clientilismo autonomía-; y a nuestra propia práctica -investigador, militante, técnico-. Estas categorías suponen lógicas dicotómicas cuya acción se despliega sobre espacios diferenciados. En esta ponencia nos proponemos objetivar nuestra práctica en el marco del proceso de formación de esta cooperativa. Desde aquí analizaremos los pasajes que nos ubicaron en un espacio liminar, por momentos más cercano a lógicas estatales, por otros a lógicas de las ongs, cuya unidad puede pensarse en términos de un modo particular de gubernamentalidad.

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