PERSONAL DE APOYO
LAMAMI marcelo Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
Historia y Arqueología del Pucará de Tacuil en el Valle Calchaqui Medio, Salta, Argentina
Autor/es:
WILLIAMS VERONICA. I; LANZELOTTI SONIA; VILLEGAS PAULA; LAMAMI MARCELO; COLL LUIS. V
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Congreso; IV Congreso Internacional de Geopgrafía Urbana; 2023
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Lujan, Departamento de Ciencias Sociales
Resumen:
Las investigaciones sobre el pasado prehispánico del Noroeste Argentino (NOA) indican para el momento de la llegada de los españoles en el siglo XVII, la existencia de organizaciones sociales de tipo jefaturas con marcada desigualdad social y estratificación política, económica y social institucionalizada (Tarragó, 2000). Otras propuestas discuten el modelo tradicional de jefaturas y sugieren pensar a estas poblaciones desde la integración comunal (Acuto, 2007) y el corporativismo (Nielsen, 2006). En arqueología, el modelo de jefaturas permite enfocar la mirada sobre grandes asentamientos que fueron interpretados como las cabeceras políticas y que presentaban una localización estratégica, un tamaño mayor y un patrón arquitectónico y urbanístico diferente (Raffino, 1999; Tarragó, 2000). Las organizaciones sociales prehispánicas habrían sido el resultado de un proceso iniciado hacia ca. 900/1.000 dC. con un fuerte incremento demográfico que conllevó el aumento y expansión de la ocupación humana en todos los oasis de puna y valles mesotermales gracias a la ampliación de los terrenos cultivables a partir de técnicas más avanzadas de regadío sistemático y control de la erosión por medio de aterrazamientos y canchones, caracterizando lo que se conoce como Período de Desarrollos Regionales (PDR) que se extendió hasta aproximadamente el 1450 dC (Tarragó, 2000). Para algunos investigadores este proceso pudo derivar eventualmente en tensiones por el control de los recursos y espacios cultivables que tuvieron como resultado el surgimiento de sociedades con territorios bien controlados y defendidos que entraron en competencia con otras (Nielsen, 2006). En el sector medio del valle Calchaquí (Salta) las quebradas occidentales que forman parte de las cuencas de los ríos Molinos y Angastaco (como Tacuil) jugaron un papel importante en la dinámica regional por la presencia de cursos permanentes de agua aptos para una agricultura intensiva, sumado a que constituyen pasos naturales de comunicación con la puna (Williams y Castellanos, 2014). Según las fuentes escritas, hacia el año 1536 se produjeron en el Valle Calchaquí las primeras entradas europeas desde el Alto Perú. En los documentos históricos sobre esta región son constantes los relatos sobre la huida de las poblaciones indígenas hacia las tierras altas, hecho que ha sido considerado tradicionalmente como una estrategia frente a la embestida europea bajo un contexto de guerra y conquista colonial. Bajo este panorama, es común que se mencionen las tierras altas del valle como lugares inaccesibles y espacios de refugio indígena frente al asedio colonial, donde los pukaras tuvieron un papel importante en las luchas de resistencia indígena del siglo XVII. A los fines de este trabajo utilizaremos el término pukara para designar asentamientos con estructuras de tipo habitacional que, aún teniendo diferentes dimensiones, cumplan con encontrarse emplazados en terrenos elevados, naturalmente defendibles y con una amplia visibilidad de su entorno (Ruiz y Albeck, 1997).A diferencia del fondo de valle, para las quebradas altas la arqueología permite señalar que durante el PDR la ocupación se materializó en sitios en altura (pukaras y poblados altos), pequeños poblados al pie de estos y asentamientos agrícolas. La concentración de pukaras en las quebradas altas del Calchaquí medio, 7 sitios ubicados en los contrafuertes occidentales de un área de 149 ha, hace pensar en una necesidad por controlar/defender ciertos espacios o territorios y sus pasos hacia la puna y/o los valles por parte de las poblaciones locales (Villegas, 2014). Estos asentamientos pueden ser considerados como poblados pukara, ya que algunos presentan cantidades significativas de construcciones en las cimas y evidencias de actividades cotidianas, sugiriendo diversas funcionalidades más allá de lo exclusivamente defensivo. El total de los pukaras registrados en el área se localizan al interior de las quebradas occidentales. Cronológicamente, los pukaras de Gualfín y Tacuil, Peña Alta de Mayuco, Cerro La Cruz, Pueblo Viejo, El Alto y Peña Punta estuvieron ocupados desde inicios del PDR hasta mediados del siglo XVII.