INVESTIGADORES
DUHALDE VEGA maite
congresos y reuniones científicas
Título:
TOMAR ALCOHOL Y DEJAR DE HACERLO: ALTERACIONES DE LA REALCIÓN NERO-GLIAL EN UN MODELO DE ALCOHOLISMO CRÓNICO EN RATAS
Autor/es:
DUHALDE VEGA, M; MIROCHNIC, S; EVRARD, SG; TAGLIAFERRO, AP; RAMOS, AJ; CALTANA, L; BRUSCO, A
Lugar:
Vaquerias, Cordoba. Argentina
Reunión:
Taller; VI Taller Argentino de Neurociencias; 2004
Resumen:
El alcoholismo es el más frecuente de los trastornos por abuso y dependencia de sustancias. Una de las consecuencias del alcoholismo crónico, en los adultos, es la demencia alcohólica y el trastorno de la memoria (síndrome de Wernicke-Korsakoff). El etanol (EtOH) puede dañar a las neuronas, a las células gliales y a las relaciones que existen entre éstas. Una interrelación neuro-glial es la establecida por la serotonina (5-HT), un neurotransmisor que, estimulando a los receptores 5-HT1A de los astrocitos, induce la liberación de la proteína S-100b por parte de estas células. La S-100b contribuye a estabilizar el citoesqueleto neuronal y a mantener el estado maduro y diferenciado de las neuronas, promueve la sobrevida neuronal y la extensión de neuritas. El citoesqueleto es el principal determinante de la forma neuronal, del diámetro axonal y de la arborización dendrítica y, por lo tanto, del mantenimiento del patrón sináptico de las neuronas. Así, la S-100b y la alteración de sus niveles de expresión pueden estar involucrados en los trastornos cognitivos (retrasos mentales y demencias) en los que existen alteraciones dendríticas.             El EtOH altera al sistema serotoninérgico y a los astrocitos. En este trabajo, tras la exposición crónica al EtOH y tras un tiempo de recuperación con agua, evaluamos por métodos de inmunocitoquímica (ICQ) y procesamiento digital de imágenes las alteraciones morfológicas que se producen en los astrocitos, en la expresión de la S-100b y de la MAP-2 (una proteína asociada a microtúbulos de expresión casi exclusivamente dendrítica), en tres áreas del sistema nervioso central involucradas en las patologías del alcoholismo crónico: el área CA1 del hipocampo, el cuerpo estriado y la corteza frontal.             Se expuso a ratas Wistar macho adultas (250-300 g) al EtOH 6,6% en el agua de bebida durante 6 semanas y luego, a un subgrupo, se le permitió beber agua sin EtOH durante 70 días (10 semanas; período de recuperación). El grupo control bebió agua durante todo el período experimental. Ambos grupos recibieron cantidades ad libitum de alimento estándar para ratas de laboratorio. A las 6 semanas, se sacrificó a un subgrupo de ratas del grupo tratado y del control y sus cerebros se procesaron por ICQ con anticuerpos primarios anti-proteína gliofibriliar ácida 1:3000 (GFAP; principal filamento intermedio del citoesqueleto astrocitario), anti-S-100b 1:500 y anti-MAP-2 1:700. A los 70 días se hizo lo propio con las ratas restantes a las que se les permitió recuperarse de la intoxicación crónica bebiendo agua. Nuestros resultados muestran que, tras la intoxicación crónica por EtOH, los astrocitos sufren una reacción astroglial (evaluada por el área celular de los somas y las prolongaciones, marcados con GFAP) que se recupera parcial pero no totalmente en las tres áreas evaluadas. Lo mismo sucede con los niveles de expresión de la S-100b y de la MAP-2. En conclusión, las alteriones producidas por el alcoholismo crónico sobre las relaciones neuro-gliales y sobre el citoesqueleto de las dendritas se recuperan sólo parcialmente tras la abstinencia al EtOH al dejar de beber. Esto permite establecer que algunos de los daños producidos por la intoxicicación crónica con EtOH, una vez establecidos, son estables e irrecuperables por medio de la abstinencia de EtOH.