PERSONAL DE APOYO
COHEN Maria lorena
congresos y reuniones científicas
Título:
Más de medio milenio después: encuentros junto al sol, pasado y presente en Paicuqui (Antofagasta de la Sierra)
Autor/es:
COHEN, M. LORENA; MAMANI, ELIZABETH; PONCE, AGUSTINA; MORALES, ALFREDO
Lugar:
Tilcara
Reunión:
Jornada; I°Jornadas de Arqueología del NOA, Trayectorias, Diálogos y Saberes; 2022
Institución organizadora:
Sociedad Argentina de Antropología
Resumen:
Las investigaciones arqueológicas en la localidad de Paicuqui -Antofagasta de laSierra, Catamarca- revelaron que la cima de la Peña del Medio tuvo una funciónastronómica entre el 1300 y el 1500 de la Era, a partir de un recinto arquitectónico quemarcaba la salida del sol durante solsticios y equinoccios y otros elementos del paisaje(Cohen y Ponce 2016; Ponce y Cohen 2018; Cohen et al. 2020). En base a lo anterior sepostuló que dicho lugar fue un espacio de encuentro entre la gente, el sol y otrasentidades sagradas como el cerro Miriguaca y los cursos de agua. En esta propuesta fuemuy importante el estudio de la arquitectura, dado que ésta conforma marcas en elpaisaje que estimulan la corporalidad, mediante recorridos y posiciones en el espacioque permiten vivenciar esa experiencia . De este modo la construcción de la arquitecturaen piedra permitió intermediar aquellos encuentros, pues se trata de marcas queperduran hasta hoy. Es ella la que actuó de puente entre pasado y presente, y entreprotagonistas con diferentes miradas: nosotros. El sentido narrativo de la arquitectura estal que permite que aquellas prácticas puedan perdurar a través del tiempo en códigoscon un fuerte sentido corporal. Por ello, la preservación de este lugar ha permitido dejaruna constancia de una memoria local escrita en piedra y transmitirla.El caso que nos ocupa constituye territorio para cruzar nuestras perspectivasteórico metodológicas vinculadas a la percepción, que son diversas, tanto desde laarqueología como desde la vivencia local, para converger en una experiencia conjuntaque nos enriquece.El día 21 de junio del presente año, dos de nosotros, pobladores de Antofagasta,experimentamos junto a nuestra familia la experiencia de la salida del sol en ese mismorecinto arquitectónico. Esto implicó también una preparación previa a la experiencia,dado el frío y la dificultad para acceder a este espacio en momentos de poca luz, previosa la salida del sol. Pudimos sentir el paisaje espectacular y el significado de algo que yano hacemos los antofagasteños, que sería bueno conocer y poder explicar a los turistas,para valorizar estos lugares. Nuestra Wiphala estuvo allí, elegimos llevarla porque nosrepresenta.La discontinuidad de esta experiencia astronómica -al menos durante el sigloXX- se retoma a partir de las marcas del paisaje y de nuestro deseo por vivenciarla.Podemos decir que la posibilidad de comunicación entre quienes hacemos arqueologíaen ese lugar y quienes habitamos Antofagasta ha permitido trazar un puente entre hoy ylas antiguas historias registradas en piedra. Nuestra propuesta es compartir estosencuentros convocados por el sol, entre nosotros, nosotras y el paisaje.