INVESTIGADORES
COSTA Flavia Gisela
congresos y reuniones científicas
Título:
Antropogénesis, Estados de Malestar, crímenes de fealdad y contagio
Autor/es:
COSTA, FLAVIA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; 6to Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política: Corpolíticas en las Américas: Formaciones de Raza, Clase y Género; 2007
Institución organizadora:
Instituto Hemisférico de Performance y Política
Resumen:
  Propongo aquí pensar el modo en que la modernidad biológica es vivida como una máquina antropológica que construye, a cada momento, la distinción entre qué cuerpos son “sanos” y qué cuerpos son “enfermos”; qué cuerpos son “útiles” y qué cuerpos son “inútiles”; qué cuerpos son “deseables” y qué cuerpos son “indeseables”; y cuya eficacia reside sobre todo en la inestabilidad de la distinción (por lo cual esta distinción tiene que estar reafirmándose o corrigiéndose constantemente).   Para esto pondré en confrontación dos estrategias que han anudado el gobierno de los hombres sobre sí mismos (plano de la ética) y el gobierno de los otros (plano de la política). Estas estrategias se realizan a la vez sobre el cuerpo-especie y sobre los cuerpos-máquina (como articulación entre bio-tanato-políticas de regulación de las poblaciones y anatomopolíticas de disciplinamiento de los individuos). La primera de estas dos estrategias, analizada por Foucault, es el dispositivo de sexualidad, que hizo del sexo un punto de pasaje especialmente denso en las relaciones de poder durante el capitalismo industrial. La segunda, que buscaré desarrollar en este trabajo, se consolida en la segunda mitad del siglo XX como transformación de las sociedades disciplinarias y de control durante el capitalismo financiero y posfordista. Sostengo que esta segunda estrategia, a la que llamaré genéricamente “dispositivo de corporalidad”, anuda tres mecanismos cuyo objeto ya no es el sexo (dado que éste está siendo desencastrado de los fines reproductivos) sino el fitness, la salud y las biotecnologías. El dispositivo de fitness recoge las exigencias de un cuerpo “adecuado”, que “encaje” en el nuevo régimen de aparición-espectáculo. Sus valores de uso o de cambio dejan paso al valor de exhibición, donde quienes no pueden aspirar a una movilidad económica, social o cultural buscan en la estética el pasaporte a una redención por la apariencia. El dispositivo de salud apunta a la normalización y gestión privada de la enfermedad, entendida como mal potencial y endémico, cuyo descuido puede ser castigado. El dispositivo biotecnológico, que incluye la genética sin limitarse a ella, altera la forma de intervención en y sobre los cuerpos. No se los corrige desde afuera: se los altera introduciéndose en ellos. El cuerpo no es una máquina que tenemos que arreglar: es un material informado que puede “reprogramarse”.   Sugiero pensar la serie de saberes y prácticas vinculadas al conocimiento y al cuidado del cuerpo que se mencionan en la convocatoria del grupo “Conocer y Cuidar el Cuerpo” (“disciplinas físicas, técnicas de autoayuda, aromaterapia, cosmética y cirugía estética, masajes, turismo shamánico”) junto a, e imbricada con, otras series; por ejemplo, saberes y prácticas provenientes de las ciencias médicas y biológicas, vinculadas con un imperativo sanitario; o el nuevo lugar de la sexualidad en el régimen de los intercambios simbólicos y sociales, económicos y escópicos, una vez que el sexo va siendo desacoplado de la regulación de la población gracias a las tecnologías de control de la natalidad. Y todas funcionando en este momento histórico a la vez como tecnologías del yo y como dispositivos bio-tanato-políticos. Es decir, como saberes y prácticas mediante las cuales los hombres no sólo gobiernan a otros (el eje de la política, constitución de sujetos que ejercen o sufren relaciones de poder) sino también se autogobiernan (el eje de la ética, constitución de sujetos morales), y gobiernan las cosas (el eje del saber, constitución de sujetos de conocimientos) a fin de garantizar ciertas inserciones simbólicas, políticas, productivas, subjetivas y negar otras.